Mi hermosa tía
Fecha: 20/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... fluidos, el roce furioso de nuestros cuerpos. Recostados hombro a hombro, y ante las dudas de lo ocurrido, le pregunté acerca del por qué se había tensado, respondiendo un tanto avergonzada que pensó que trataría de hacerle sexo anal, lo que le hubiera disgustado, pero que cuando notó mi disposición para hacerla gozar por su conchita obtuvo la relajación necesaria para disfrutar de otra excelente revolcada. Yo, ante su comentario, le cuestioné que por qué había pensado eso, argumentando que pasó por su mente cuando veíamos la película, pues en la que ella había visto la pareja terminaba con esa clase de sexo que, según lo advirtió, le molestaba. Y ahora pregunto yo, ¿qué hacer en un momento en el que un hombre que ha hecho gozar a su amada hembra, desea penetrarla por el culo y antes de comentar algo, ésta sostiene que no le agradaría y, aún más, se molestaría?. Creo que lo oportuno sería confesarle la verdad y aceptar que no se obtendrá lo deseado, y así lo hice, le dije que era cierto, que entre mis planes se encontraba el hacerle sexo anal, pero que no lo deseé desde el principio, pues sólo pensaba en amarla como ella quisiera, siempre complaciéndola. Ante el comentario ella se asombró y empezó a decir cosas sin sentido para el momento, tales como por ahí no, es peligroso, duele mucho, es asqueroso, etc., y la verdad es que no soporte las ganas de reír y solté una carcajada; algo molesta mi tía me preguntó el motivo de mi risa, y le dije que tenía razón en lo que decía, ...
... pero que ello no debía preocuparle, pues en un momento de verdadero goce era lo de menos, y casi llegando a decirle que para un hombre, el hecho de terminar la noche con sexo anal era lo más esperado, cosa que desde luego no es verdad queridos lectores, pero de alguna forma tenía que convencerla de hacerlo antes de que terminara de salir el sol y todo el mundo despertara; ahora su molestia se convirtió en asombro, pues replicó que cómo era eso posible, y tras explicarle un poco el proceso mientras le acariciaba el cabello en señal de "si no estas de acuerdo no hay problema, de cualquier forma te querré", ella seguía en duda. Por ello, era obvio que no sería correcto obligarla, así que para terminar de convencerla, ya no tanto de hacerlo esa mañana, sino de que no era algo malo, al contrario, era de lo mejor en lo que a sexo se refiere, le sugerí que viéramos la siguiente escena de la película que se trataba precisamente de sexo anal, mientras le explicaba qué es lo que el tipo le hacía a la chica para que lo gozara, y así lo hicimos, comencé por hacerle ver que esas chicas se preparan psicológicamente antes de entrar en la toma, o sea, se masturban y excitan para que su cuerpo esté completamente relajado al momento de la penetración, lo que es sumamente importante ya que los músculos del asterisco son más fuertes que los de su vagina, haciéndola más difícil y dolorosa, que luego, al sentir ese deseo, su hombre la estimula aún más jugueteando con su clítoris y haciendo que ...