1. Mi hermosa tía


    Fecha: 20/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... había comprado unos juguetitos para consolarse, por lo que mi excitación una vez más no se hizo esperar y mi verga se hinchó casi a reventar, mientras ellas reían en complicidad por el comentario; y en verdad, esa noche, después de haber escuchado eso, mis deseos por cogérmela se incrementaron, y pensaba, deseaba, que de alguna forma fuera mía, pero también es verdad que me asustaba el pensar en su reacción si le proponía ser ahora yo quien la consolara, por ello dormí excitado y con la verga parada. JUEVES Un día más había llegado, me levante, me duché y me vestí con unos pants, los cuales no acostumbro vestir, pero a fin de cuentas eran vacaciones. Minutos más tarde, mi prima, la hija de casi 18 años de mi buenísima tía, me llamó por teléfono para pedirme que de favor la acompañara a una fiesta, ya que su papá, que ya había llegado a visitar a sus padres (había viajado aparte por obvias razones), no la dejaría ir sola, a lo que le respondí que sí, pensando obviamente en aprovechar esa ocasión para conseguir algo de sexo con alguna chica de las presentes en la reunión y así calmar mi deseo que cada día iba creciendo más y más que hasta llegué a sentir que mis testículos reventarían. Un poco más tarde mi madre me pidió que las acompañara, a ella y a mi tía, a casa de su papá, y yo me ofrecí a llevarlas en mi auto, pero dijeron que no porque no habría en donde parquearlo, así que nos fuimos en bus. Cabe destacar que en esta ocasión mi tía Anel no se había vestido tan ...
    ... cachondamente como en los días pasados, tal vez porque al ir a ver a su papá no quería darle una mala impresión si se ponía jeans ajustados y blusas o playeritas escotadas, así que vistió de manera sencilla y formal, llevaba puesta una falda larga y delgada y un sueter. Al subir al bus me pude dar cuenta de que no llevaba asientos disponibles para todos, la única que había alcanzado un lugar había sido mi madre, por lo que tanto mi tía, como yo, nos quedamos de pie junto a ella, pero más gente subía y nos fueron recorriendo a ambos hasta llegar a la parte trasera, quedando ella y yo hombro con hombro, eran tantas las personas que subieron que quedamos muy apretados y terminamos por desacomodarnos, quedando yo detrás de ella, perdiéndome de su vista, en verdad ella no sabía en donde había yo quedado, cuando una repentina frenada ocasionó que con sus ricas y paradas nalgas me rozara el trozo de carne, haciendo que éste se me parara instantáneamente, lo malo, o bueno, es que por el pants la erección se marcó mucho, pero entre tanta gente ni quien se fijara, y en cosa de un instante, cuando una de las personas que viajaban en el bus le pidió permiso a mi tía de pasar para poder bajarse, que dicho sea de paso obstruía la puerta de salida, ella, para permitir el paso, se echó hacia atrás en un solo movimiento rápido y preciso, encajándose mi verga entre sus nalgas casi por completo, lo sentí así por la delgada tela de su vestido, y era obvio tanto que traía una tanga, como que ella también ...
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