AHORA SON DOS V
Fecha: 22/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues
... llegar tarde, el calor, él, sus proporciones... me sentía excitada, juguetona, quería saber hasta dónde seria el capaz de llegar, pero me mordí el labio inferior saboreándolo, a ver como reaccionaba entreabrí con descaro sutil mis muslo como incitándole a pasar y el con cierta confusión metió su muslo entre mis piernas y comenzó a rozármelas, yo comencé a jugar, a moverme contra su pierna, acariciando mi entre pierna con ella, era una gozada entre tanta gente y yo y él excitándonos. Sé que él estaba alucinado, y creo que yo también lo estaba, nunca pensé llegaría a ese estado, a desearlo. Estaba tremendamente excitada cuando note como bajaba su mano a mi pecho, con disimulo, rozando el pezón erecto, duro, yo hice lo mismo, baje una mano, la metí en su entrepierna para encontrar su sexo, abriendo la mano y acariciándole arriba y abajo su imperioso deseo, mi ambición aprisionada, erecta ¿y porque no? Éramos dos solitarios en medio de la nada rodeados de gente en sus quehaceres, nadie se había percatado de nosotros, así que decidí bajarle la cremallera y tocar su sexo, deseaba que él gozara tanto como yo, cuando mis dedos entraron en contacto con su pene note espasmos seguidos, sus venas hinchadas a rebosar, su sexo hervía entre mis dedos, pensé iba a eyacular y presione bajo su glande para retraerlo, le mire y le sonreí para tranquilizarlo, el agacho la cabeza y me beso. Le mordí sus labios y su lengua, mientras mi mano seguía acariciando su sexo, su deseo. El bajo su mano a ...
... mi entrepierna y la acaricio, yo la abrí levemente para que le fuera fácil tocarme, sé que se sorprendió al notar que no llevaba braguitas, rozo mis labios mojándose de mi flujo, buscando mi vagina para introducir sus dedos y mojarlos bien para luego excitar mi clítoris, era tan atento, tan tierno, mmmmm me tenía a su merced. Cuando subió su mano húmeda y me acaricio los labios, introduciendo sus dedos en mí boca para saborearlos estaba a punto de estallar de ansiedad y la lo sabía. Nadie se daba cuenta, pero el olor a sexo entre nosotros si se notaba, yo estaba muy excitada, necesitaba que él me penetrara, solo el hecho de pensarlo, de notar su sexo en mi sexo, dios era tan excitante que le mordí la chaqueta en un orgasmo por no gemir y que me oyeran, mi flujo chorreaba entre sus dedos, por su muslo, por mis muslos, mmmm, me resistía a gemir, en ese momento hubiera gritado hasta dejar sordo el metro entero sudábamos mi piel parecía recién salida de la ducha. Él al no poder más tomo su pene en sus manos y me miro, sus ojos eran hogueras, deseos, yo asombrada abrí más mis piernas y él la metió entre ellas buscando encajar en mí, deslizándose entre mi flujo su glande palpitando, dilatado, hambriento mis caderas facilitando su entrada, sus venas rozando el las paredes de mi vagina se me escapaban alientos, suspiros, fuegos cuando llegamos al orgasmo un metro en dirección contrario disimulo nuestros gemidos, los dos deshechos de fuerzas, recobrando alientos, unos minutos cerca ...