1. Mi ahijada Andrea. 1


    Fecha: 23/12/2018, Categorías: Hetero Autor: vicioso69, Fuente: SexoSinTabues

    ... y más, hasta que conseguí abrirlas completamente con cada masaje sin que se notara, al menos eso creía yo, que mis movimientos estaban perfectamente calculados, manteniéndolas abiertas el mayor tiempo posible. Yo estaba al borde del infarto, pues cuando sus nalgas estaban separadas podía ver los pliegues ligeramente sonrosados que rodeaban el ano. Algunas veces, presa de la excitación, separaba sus nalgas tanto que los pliegues del ano se distendían como si fuera a abrirse, e inmediatamente aflojaba la presión por miedo a que Andrea se incomodara. Pero Andrea seguía tendida plácidamente con los ojos cerrados y una carita inocente como de no haber roto un plato en su vida. Yo no me conformaba con acariciarla y disfrutar de la vista de su culo y de su ojete. Necesitaba más, pero temía ser demasiado brusco y provocar el rechazo de Andrea, así que mis neuronas empezaron a trabajar a contra-reloj y se me ocurrió la estratagema siguiente. Dejé caer un buen chorro de crema justo entre sus nalgas que poco a poco se fue escurriendo hacia abajo entre sus glúteos y lancé una exclamación de disgusto. ¡Joder, se me ha ido la mano!, exclamé. ¿Que pasa?, preguntó Andrea. Que ha salido crema de más y se ha escurrido entre los muslos. Empina el culete un poco que la recojo. Para mi sorpresa Andrea hizo lo que le pedí y empinó el culito graciosamente preguntándome si valía así. Le contesté que sí y procurando no hacer brusquedades que pudieran alarmarla, abrí sus glúteos y con el dedo índice ...
    ... de mi mano izquierda empecé a rebañar la crema desde los muslos hasta la espalda. Ahora tenía frente a mí una vista perfecta de su ano y del comienzo de la rajita de su coño y mi polla, de tanto babear, había empapado mi bañador. Con mi dedo cubierto de crema me atreví a pasarlo por su ano muy suavemente y no sé si fue producto de mi excitación, pero creí oír un leve gemido de Andrea cuando la yema de mi dedo acariciaba su agujerito. Yo ya no podía parar y me olvidé de la crema para dedicarme a acariciar su ano con mi dedo, sintiendo como Andrea respondía a mis caricias empinando más el culito y dejando su agujerito más expuesto. Seguí masajeando su sensual orificio haciendo presión en él con la punta de mi dedo y sintiendo como este se relajaba, lo que me animó a presionar más y meter la puntita dentro. Ya no eran figuraciones mías, Andrea estaba gimiendo y disfrutaba de mis toqueteos. Por eso me bajé el bañador, tomé su mano y la puse sobre mi polla. Andrea no retiró la mano, aunque tampoco hizo nada más, se limitó a rodearla con sus dedos y quedarse así. Estábamos en un punto en que los dos deseábamos lo que hacíamos, así que embadurné bien mi dedo de crema y puse más en su ano y mientras con mi mano derecha abría sus nalgas, introduje muy despacio el dedo en su agujero que estaba muy distendido y no ofrecía resistencia. Cuando había metido casi la mitad sentí como su esfínter se cerraba y me aprisionaba el dedo y dejé de empujar. Así, con mi dedo dentro de Andrea, con mi ...
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