1. Una Increible Aventura


    Fecha: 28/12/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    El partido de soccer había terminado perdiendo nosotros 1 a 0. Fue un gol por penal el que decidió nuestra suerte y a pesar de lo que digan yo venía buscando el balón y no los pies de nadie. El otro chico se cayó por su cuenta, sin ninguna zancadilla, intentando así obtener el deseado penal y claro al convertirlo ya en los descuentos del segundo tiempo se produjo la desigualdad y ganaron. El resto de los muchachos no me perdonaron tan fácil lo del penal y todo el camino hacia las regaderas eran sólo palabrotas y sobrenombres los que oía. En realidad estaba ya con ganas que ese campamento de verano terminara, por un lado nos mantenían todo el tiempo separado de las chicas. Ellas asignadas a una orilla del lago y nosotros en la opuesta, y por otro, los dos únicos bailes que se hacían durante esos dos meses estaban, para nuestro total aburrimiento, cuidadosamente vigilados por viejas chaperonas. Ya en las duchas y mientras me jabonaba observé algunas miradas de complicidad y sonrisitas en los otros chavos y al abrir los ojos después de enjuagarme el shampoo del pelo me percaté que estaba solo en las regaderas, y que los muchachos se habían escabullido llevándose toda mi ropa con ellos. Como las regaderas eran unas construcciones improvisadas con ramas de eucaliptos y estaban muy alejadas de nuestras cabañas me imaginé que la broma consistía en obligarme a caminar o a correr mejor dicho desnudo como estaba todo el camino de regreso. Para no darles en el gusto y siendo muy buen ...
    ... nadador resolví entonces hacer el trayecto por el lago que bordeaba el campamento y así llegar a las carpas por la entrada posterior riéndome esta vez yo de todos ellos. Al introducirme al agua noté sin embargo que no sólo estaba heladísima hasta el punto de dolerme incluso en el área de los sacos sino también que llevaba bastante corriente. Con todo me sumergí y comenzé a nadar. A pesar que trataba de mantenerme cerca de la orilla, la corriente me hacía alejarme cada vez mas de ella y al cabo de algunos minutos comprendí mi error al ser llevado por las aguas corriente abajo hacia la orilla opuesta. Continuar nadando por ese lado me conduciría al área de las viviendas de las muchachas y eso era inconcebible y mas aun sin nada encima. Resolví entonces al divisar un recodo arenoso y cubierto por árboles salir del agua, tomar un descanso y ver la forma de alcanzar nuevamente a nado y en contra de la corriente el lado opuesto. Me hallaba ya en la arena buscando algún madero para ayudarme a flotar a mi regreso cuando observé helado que a un par de metros sobre mi cabeza en una roca semiplana había un grupo de niñas observándome con gran curiosidad. Eran cinco muchachas todas luciendo trajes de dos piezas. Mi primera reacción al verlas fue de lanzarme derecho al lago pero ellas adivinando mis pensamientos me dijeron que no intentara volver al agua porque darían de inmediato la voz de alarma y no llegaría muy lejos. Sintiéndome inmovilizado y lleno de vergüenza me cubrí con ambas ...
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