1. Mis dos familias - 05 de 10


    Fecha: 29/12/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... esperaba oírle preguntar y me puse intensamente rojo, sentía ardiéndome a cara y sin saber lo que responderle hasta que le solté la verdad, aunque creo que no me oyó y lo adivino por mis labios al moverse. -Sí, me gustan. -Tienes que disimular un poco. -sonreía muy gracioso. -Si te molesta podemos pedirle a tu madre que me ponga en otra habitación. -me había dado la vuelta para mirarme en el espejo, estaba como un cangrejo recién cocido. -Ni lo pienses hermanito. -expresión que sería costumbre en él para referirse a mi. -No me molesta en absoluto, aquí hay mucho de eso y otras cosas realmente malas, ya verás cuando vengas en el verano, podrás divertirte lo que quieras, con mujeres y si te van los hombres los tendrás a montones. -me pasó un brazo por los hombros sin dejar de secarse y volvió a la habitación seguido por mi. Se colocó un bañador, largo de pata, en colores brillantes con braga de nailon interior. -Aún no es el momento de enseñar lo que se tiene, ¿y tú, no te colocas un bañador? -me di cuenta de que él estaba preparado y yo no. -Puedes desnudarte delante de mi, total tenemos lo mismo. -y en un acto de absoluta desvergüenza se bajó al bañador a medio muslo dejándome que volviera a verle su entrepierna. -reíamos al unísono y comencé a quitarme la ropa ya tranquilo y sin dejar de reír por su ocurrencia. También Diego me observaba al desnudarme. -¡Joder! Vaya huevos, son el doble que los míos. -me los señalaba riendo y consiguiendo que me sonrojara de nuevo pero ...
    ... reía con él. Las barreras y tabúes había caído entre nosotros, me gustaba su camaradería y el que, en principio, me aceptara sabiendo mis gustos sexuales. Ese día paseamos por el borde del mar, como haríamos otras tardes, nos bañamos y jugamos en el agua, y me presentó a algunos amigos que jugaban al fútbol y se bañaban. Soy un buen nadador pero de piscina, y el mar me inspira respeto, y procuro no a alejarme de la orilla. Le ayudé y a veces creía que entorpecía el trabajo pero cuando hacía algo mal él se reía sin darle importancia, lo estaba pasando realmente bien aunque me acordaba de casa. No volvimos a hablar sobre el tema, pero aprovechaba cualquier ocasión que se me presentaba para mirarle y excitarme con su cuerpo viril y formado aunque estuviera delgado. Tenía mucho éxito entre las chicas, sus amigas y las camareras, me daba cuenta de como las metía la mano para agarrarles las tetas disimuladamente en cualquier descuido que tuvieran. Faltaban dos noches de pasar con ellos antes de que volviera, habían trabajado hasta tarde, más de las doce y Diego desapareció, pensé que habría ido al almacén trasero para recoger bebidas y reponer en las neveras para el día siguiente y salí para buscarlo y ayudarle. Escuchaba el ruido de las olas al besar la arena y algunas voces de gente retrasada en la playa, la parte posterior del almacén estaba alumbrada y me dirigí allí entre los montones de cajas que había. No escuchaba mover cajas pero si ruido de chapoteo y y suaves gemidos, de ...
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