Mis dos familias - 05 de 10
Fecha: 29/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... punta de su verga justo a la entrada de mi boca para que pudiera empezar a jugar con ella. Diego tenía mi pene sobre su boca y mis testículos en la frente, me abrió las piernas para jugar a la vez en mi ano con los dedos. Claro que con Kilian nunca habíamos hecho esto, mejor dicho nunca me había lamido el culo ni la polla como me estaba haciendo Diego, dándome a conocer placeres hasta ahora ocultos y sin descubrir por mi. No podía dejar de gemir aunque quería tener su polla en la boca, Diego era un maestro mamándome la verga y jugando con los dedos húmedos en la entrada de mi ano, mis huevos extraordinarios tenían que gustarle mucho por las veces que los besaba pasándoles la lengua. No paraba de manosearme logrando que me contrajera temblando, abrió un poco sus piernas y pensé que me invitaba a hacerle lo mismo que él me estaba dando y me chupe los dedos para pasárselos por la entrada del culo. Solamente una vez se lo toqué a Kilian y me apartó la mano. El ano de Diego estaba caliente y se movía como llamándome. Era la primera vez que alguien me trataba como a un igual, aunque realmente solo había estado con Kilian y resultaban tan distintos. Apretó el glande entre el paladar y la lengua y pensé que me corría de gusto, sintiendo como avanzaba la leche a lo largo del canal del pene. Quise avisarle por si no le gustaba recibir el esperma en la boca. -Diego creo que me corro, sácala. -lo hizo pero fue para, entre risas, excitarme más apretando el dedo en la entrada del culo ...
... sin meterlo. -Hazlo hermanito, no pienses en nada. -y volvió a meter el glande chupando y batiéndolo con la lengua en la boca, lanzándolo contra el paladar en un juego desconocido que logró que me viniera. Pensaba que los abdominales me estallaban por la presión que sentía en el vientre y le llené la boca de leche. Siguió lamiéndomela, pero más suave acompañando mis sucesivos disparos de semen que se volvían más débiles hasta terminar rendido y agotado, pero tenía en mis manos su verga esperando que la atendiera y lo hice ensayando lo que acababa de aprender. No me pidió permiso, y permití que la metiera hasta el fondo de la boca y allí me regalara su semen que no podía tragar todo como sí hizo él con el mío. Se la continuaba lamiendo dejándola limpia y recogiendo la saliva envuelta en semen que había caído en su vello hasta que se le fue bajando la hinchazón y quedar con el pene rojo o negro, porque era difícil distinguirlo. Para mi, que nunca me habían chupado la polla ni comido el culo, había resultado genial y sabía que lo echaría de menos cuando marchara. Por otro lado pensaba que Diego tenía mucha práctica en chupar vergas y quizá en otras cosas. -Vamos a tomar una ducha rápida, hemos sudado. -le seguí admirando su lindo y duro trasero. -Es increíble la leche que tiras, pensaba que no podría con toda. -yo pensaba lo contrario, que era poca la que eyaculaba a pesar del tamaño de mis testículos. -Gracias Diego. -sin responder me abrazó pasando con suavidad las manos por mi ...