Hamam. Halid y el niñato imberbe
Fecha: 30/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: xavi19, Fuente: RelatosEróticos
... agujero rosado le hubiese trastornado un poco. Se fue a una ducha fría cercana, al lado de la piscina, tapada por una mampara de cristal ahumado. Al pasar frente a mi, me volvió a tocar la mejilla. -Ni un pelito... jaja Has ido a la ducha fría ? - Eso qué es ? - Ven y te enseño. Una vez dentro, estábamos bastante juntos. Mi culito rozaba su pierna velluda y mi espalda parte de su torso. Comencé a tocar los botones y el agua salía por diferentes chorros impactándome en los abdominales, la cara y la entrepierna. En un momento dado, Halid volvió a pasar su mano por mis nalgas, pasando con descaro su dedo gordo por mi ano. - Ni un pelito... Aproveché el movimiento para agacharme y hacer como si hubiera encontrado otro botón en la parte baja de la ducha. Mi culo tieso se abrió completamente, dejando mi agujero imberbe a escasos centímetros del pollón de Halid. Este se empalmó de golpe y su tranca llegó directamente a la entrada de mi ano. Con las dos manos apoyadas en mis nalgas, y su polla reposando en mi agujero, Halid estuvo observándome durante un instante. Después, cuando yo ya me cansaba en esa posición, fue haciendo presión con su glande hasta deslizarlo por mi ano. Una vez dentro, resopló. Tenia el agujero tan pequeño que con solo la presión en su glande casi se corre de golpe. Halid fue deslizando su polla dentro de mí. Yo sentía como mi ano se abría y justo cuando le fui a decir que parase, Halid me agarró con fuerza las nalgas y metió su enorme pollón dentro de mí ...
... con una sola sacudida. Mi grito resonó por el hamam, pero no pude escabullirme porque Halid me había cogido las piernas con una facilidad asombrosa y me había levantado, apoyándome contra su torse peludo mientras me embestía contra la pared de la ducha. Los botones empezaron a dispararse y todos los chorros de la ducha venían disparados hacia mi cara mientras Halid metía y sacaba su enorme polla con más violencia. Halid resoplaba cada vez más. Sentía como el sudor le caía de la barba sobre mis mejillas y el olor de su polla se mezclaba con el de sus sobacos en movimiento. Casi me corro solo con ese olor. Sentía como Halid se estremecía con cada sacudida. Para hacerle sufrir más, hice un movimiento con mi ano, haciendo mi agujero más estrecho. A Halid se le nubló la vista. - Qué puto culo más pequeño... - No te corras dentro eh... - Calla joder! Me corro Y me aferró más asu torso, mientras gemía. Sus sacudidas significaban que sus huevos se estaban vaciando dentro de mi. Sentí un chorro de leche bajar por mi ano y mojarme las nalgas y las piernas. Las convulsiones seguían y los chorros de lefa árabe seguían empapándome el culo. Hacía tiempo que a Halid no le vaciaban los huevos. Cuando acabó sacó su polla de mi culo, y yo me agaché y empecé a lamerle la leche que quedaba. El sabor de su polla era tremendo y empecé a lamerlo con mi lengua rosa y mi culo lleno de leche. - Tómate biberón ahora, que ojos más bonitos tienes. Después de eso, subimos al vestuario y nos fuimos.