Las tetas de mi hermana Sonia
Fecha: 01/01/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... botón, sentí las dos manos de Sonia detenerme "no, no, no… no", me decía, pero no me lo decía a mi. Era tan débil su negativa que la ignoré desde el primer instante, corrí sus manos y desabroche los botones del pantalón. Tironeé hacia abajo con fuerza, saque rasgando su delicada bombachita sonrosada y en pocos segundos estaba frente a la más bella concha que recuerde… de labios gruesos, y rosados… perfectamente depilada. Cuando comencé a besar sus muslos nuevamente sentí sus manos, esta vez sobre mi cabeza, que me empujaban, queriéndome alejar. Me metí dos dedos en la boca y los dirigí hacia su vagina. La penetré con un dedo primero, acariciando a mi vez los labios con el otro. Su resistencia se desvaneció como por arte de magia. Le metí dos dedos, tres dedos, entrando y saliendo, mientras mordía sus rodillas, la cara interior de sus muslos, hasta que empecé a lamer sus labios vaginales sin sacar los dedos de su interior. El gusto me fascinó, saque los dedos y comencé a meter la lengua más profundamente en su cueva. Encontré su clítoris (para ese entonces no sabía ni como se llamada) y, al lamerlo, escuche la explosión de Sonia. -Aaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh……………. ¡¡¡¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!! Sonia había tenido su primer orgasmo y yo lo estaba sintiendo al notar la intensa humedad de su cuevita, por lo que intuí que algo bien había hecho. Redoble mis lametones sobre su clítoris, al tiempo que volví a meter tres dedos en su ya dilatada vagina. Sonia ...
... explotó en cinco orgasmos encadenados de inmediato. Yo no daba más. Así como estaba, levante mi torso, por lo que sus piernas, apoyadas sobre mis hombros, acompañaron mi movimiento. Cuando me incorporé sobre su cuerpo, quedo totalmente expuesta, con sus talones en mis hombros y mi pija dura, jugosa, a pocos centímetros de su conchita. No la mire, no pregunte, no pensé. La penetré, apoyando la cabeza en la entrada de su vagina y presionando con fuerza. La dilatación era completa, mi ancha cabezota pasó apretadamente la entrada, y apreté mucho más para intentar terminar de enterrarla, pero me detuvo su himen. Hasta ese momento yo realmente no había creído que era virgen, porque le conocí varios noviecitos, pero ahí estaba la prueba, y yo solo quería romper esa prueba. Sonia gemía más alto cada vez, pero cuando llegue a la mitad, tuve que detenerme, porque me estaba costando mucho, y mi hermana acusaba dolor. Me retiré un poco, y bombee de nuevo, rasgando su telita virginal para siempre. Otra retirada, y un duro ataque posterior. En pocas sacudidas, tenía mis 15 centímetros adentro, pero ya para ese entonces me veía venir y aceleré los movimientos. No tenía idea si ella tomaba pastillas o no, pero no era el momento de considerarlo. Me derramé entero en su interior, mientras sentía los mordiscones de ella en mi hombro. Era mi sueño, era como en mis sueños húmedos, y yo sencillamente lo estaba viviendo. No se me bajo ni un centímetro la pija, casi de inmediato empecé a bombear de nuevo, ...