Acariciando las piernas y botas de mi prima desmayada
Fecha: 19/10/2017,
Categorías:
Incesto
Fetichismo
Autor: JimmyPls, Fuente: CuentoRelatos
Cierto día, mi prima me invitó a una fiesta en su casa. Era momento idóneo para ir a verla, tomando en cuenta que hace buen rato no la visitaba. Cuando llegue no pude creer cómo estaba vestida. Un sweater color azul muy lindo llevaba, y su cabello muy bien peinado. Pero no era eso lo que realmente me llamaba la atención, sino la minifalda sexy que llevaba, y unas botas muy lindas color negro, que le llegaban hasta debajo de la rodilla. Llegue como dos horas antes del resto, así que nos pusimos a ver televisión mientras conversábamos para hacer tiempo. Ya durante la fiesta, noté que los demás estaban también pendientes de ella y aprovechaban cualquier momento para mirarle sus piernas. Ella se sonreía y hasta reía al ver que alguien la miraba: sin duda sabía lo que estaba causando vestida de esa manera. Es más, cuando notó que yo la estaba mirando, me sonrió y con sus manos empezó a hacerse círculos en sus hermosas rodillas. Frecuentemente durante la fiesta mientras estuvo sentada, con sus manos se acariciaba los muslos y las rodillas suavemente, y también se acarició un poco sus botas negras. Había familiares y amigos, y de algunos escuché decir cosas como que si no fuesen sus familiares con gusto se le tirarían encima. Durante la comida yo estuve justo sentado a su lado. En un momento deje caer algo de la mesa a propósito y cuando lo recogí aproveche de mirarle las piernas, que en ese momento las tenía cruzadas. Antes de pararme sin querer, le di un toque a su rodilla ...
... derecha que no duro más de un segundo. Tras volver a sentarme percibí que una pequeña sonrisa se había dibujado en el rostro de ella. De pie o sentada, en todo momento ella fue el centro de atención. Y es que sus bonitas piernas eran difíciles de ignorar, más aun con esa minifalda y esas botas hermosas. Algunos le tomaban fotos a escondidas, familiares incluidos. Y todos los primos nos tomamos fotos juntos, y yo esas fotos las guardaría para poder mirarle sin problemas las piernas. Ella me había invitado a quedarme a dormir aquella noche, como en varias otras ocasiones. De todos sus primos era yo quien más compartía con ella, a tal punto de que parecíamos más hermanos que primos. Una vez que todos se habían ido, nos sentamos en el sillón. Ella se cruzó de piernas y me sonrió al ver que yo se las estaba mirando. Y de repente, a modo de broma, le dije que se las quería acariciar... Y ella me dijo que lo hiciera. Con mucha suavidad y lentitud, puse mi mano izquierda en su rodilla derecha, y empecé a realizarla hacia arriba, llegando a sus muslos y hacia abajo, llegando a sus botas negras. Ella sonreía mirando mis manos, y me sonreía mirándome a mí, y más sonreía cuando sentía mis manos en sus rodillas. Pude sentir a fondo la sensualidad, y la suavidad de sus piernas hermosas. Paré en un momento. Pero ella tomó mi mano y la colocó de nuevo sobre su pierna. Quería que siguiera haciéndolo. Mientras pasaba ahora mis dos manos por sus piernas y por sus lindas botas, notaba como ella se ...