Acariciando las piernas y botas de mi prima desmayada
Fecha: 19/10/2017,
Categorías:
Incesto
Fetichismo
Autor: JimmyPls, Fuente: CuentoRelatos
... sonrisa. Valeria sencillamente se veía muy hermosa con sus ojos cerrados y con esa sonrisita. Estuve acariciando su rostro un poco, antes de llevármela a su habitación. Para mal mío, ella despertó antes de lo pensado. Y me dijo que no le había gustado lo que había hecho con ella. Entonces, le pedí que me dejara hacerlo más adelante si a cambio yo le había algún favor. Y le insistí diciéndole que nada le iba a pasar estando inconsciente. Finalmente, ella me contó que los exámenes de inglés no se le dan muy bien y que si yo la ayudaba, me permitiría hacerlo. Los días siguientes le ayudé en todo lo que pude, y consiguió buena calificación. Entonces, a la semana siguiente fui a su casa otra vez. Iba a tenerla desmayada en mis brazos otra vez, pero ahora con su consentimiento. Y al final la cosa fue mucho más que eso. Ella parecía decidida a provocarme. Ahora su minifalda y sus botas eran más lindas que nunca. El impulso me ganó y le di una fuerte palmada en el trasero, ella se río y me empujó al sofá, y se sentó encima de mí de manera lateral. Me dijo al oído que sus piernas necesitaban ser acariciadas. Hermosa se veía su sonrisa mientras le hacía círculos en sus rodillas y manoseaba sus botas y sus muslos. Sin habérselo preguntado, me puse a besar sus botas, ocasionando que ella se riera al ver eso. Su cabello estaba muy bien peinado y se veía sexy además con esa blusa roja. Luego de largos minutos disfrutando de sus piernas tan suaves como el algodón, le dije que venía a ...
... buscar lo que me prometió. Ella tenía aun sus dudas. No había traído una araña conmigo, y no parecía haber alguna por allí. No había cloroformo. Y tampoco me atrevía a golpearla para dejarla inconsciente. Así que fingió desmayarse, se sentó en el sillón de piernas cruzadas y cerró sus ojos. Sonrió de una manera cuando la cargué en mis brazos y empecé a caminar con ella. Una vez en la cama, notaba con satisfacción que su sonrisa aumentaba cuando le ponía mis manos en sus rodillas o en sus muslos. La di vuelta para masajear la parte de atrás de sus piernecitas. Estaba, entre caricia y caricia, tomándole fotos con la cámara. La volteé de nuevo, y me puse a masajear su rostro. Estaba haciendo a la perfección su papel de desmayada, pues aunque sonreía, no abría los ojos en ningún momento. Le decía varias cosas para complacer mi fetiche... "Valeria, desmáyate en mis brazos...", " con esa minifalda y esas botas calientas a cualquiera", y hasta me atreví a decirle "Como quisiera golpearte para que te desmaye y cargarte en mis brazos". Ella reía al escuchar esas cosas. El momento clímax estaba por llegar. Pensé en darle un beso, sólo para ver como reaccionaria. Me atreví a hacerlo. La levante, le dije que abriese los ojos. La agarre fuertemente y acercando su cabeza, le di un fuerte beso en su boca. Ella me miraba asombrada, lo notaba por la expresión de su mirada. Pocos segundos después se desmayó cayendo sobre la cama. Me había dado cuenta de lo fácil que era desmayar a Valeria. Pese a ...