Hermanos de tierra caliente
Fecha: 14/01/2019,
Categorías:
Primera Vez
Sexo Duro
Tabú
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
... estaba lejos de la razón.Por su parte, Silvano atestiguaba esa inquietud, pues desde su cuarto podía ver a Renata parada a la espera de su marido.Tenerla tan cerca y a la vez ser incapaz de aproximársele; ya que era la mujer de su hermano; lo tenía vuelto loco.«Ya no aguanto. La deseo como un imbécil», se decía mientras la miraba.Cuando Mateo regresó, Renata se le paró enfrente y se le puso agresiva.—¡Es la última vez! ¡¿Me oyes?! ¡La última noche que me llegas a estas horas! —gritó Renata.—¡Hazte, sabías muy bien a qué le tirabas si te casabas conmigo! —le respondió él.Mateo se metió a la casa y Renata lo siguió para seguir discutiendo.Silvano cerró la cortina y se alejó de la ventana. Era tiempo de irse. El joven hombre estaba por fin decidido. Se iría de Paso del mono.Como tantos otros hombres, pensaba irse a la Unión Americana a buscar fortuna. No por nada las hembras del lugar estaban tan ansiosas de macho, pues la mayoría de éstos se largaban para siempre.Silvano comenzó a empacar.—Así que te mudas —oyó Silvano cuando terminaba de hacer maletas.Al voltear hacia la puerta abierta de su cuarto vio a Renata recargada en el marco. Era obvio que había estado llorando. Seguramente tras pelear con Mateo.—Pues sí. Esta casa apenas está bien para ustedes dos, yo ya sobro —dijo sin recato Silvano.—Esta casa es más tuya que mía. Tu hermano me trajo aquí, pero como hombre casado tiene la obligación de hacerse de su propio hogar así que no deberías de irte.—Pero es que es más que ...
... eso, yo ya no... ya no soporto más verlos... verte con él —se sinceró al fin Silvano.—Lo sabía... —diciendo esto Renata se le fue encima tirándolo sobre su propia cama.La cuñada se le abalanzó trepándosele a horcajadas encima.—Sabía que sentías algo por mí —le dijo Renata mientras ella comenzaba a desabrocharle el cinturón.—¿¡Qué haces!? —preguntó con total ingenuidad Silvano.—¿No es obvio? Traigo la sangre bien caliente —le dijo mientras lo saturaba de besos.Luego sacó con habilidad el miembro de Silvano y lo empezó a sobar poniéndolo a punto.—No hagas esto. Lo haces sólo por despecho y Mateo puede oírnos y... —no siguió hablando pues la joven mujer le selló los labios con un absorbente beso.—Mateo está bien dormido —ella dijo después—. Seguro que viene agotado de andar de catre en catre. Además a ti qué más te da por qué lo hago. Es mi decisión.«Y si Mateo lo hace, ¿por qué yo no?», pensaba ella en aquel momento.Era obvio que la sabrosa lugareña actuaba por resentimiento, pero para Silvano, de cualquier manera, sería una bendición.Por fin, Silvano rodeó a Renata con sus musculosos brazos y la hizo para sí. Ambos se besaron con tal pasión que parecía que se devorarían uno al otro. Esto los llevó a un revolcadero que la cama apenas pudo resistir.—¿Me la chupas? —le instigó la desinhibida muchacha.Silvano, inexperto, dudó, pero la ya experimentada mujer lo agarró de los cabellos y hundió su cabeza entre sus piernas. Al muchacho no le quedó más que seguir sus instintos.El rostro ...