Hermanos de tierra caliente
Fecha: 14/01/2019,
Categorías:
Primera Vez
Sexo Duro
Tabú
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
... Silvano no dudó en darse gusto con ello. También se afianzó firmemente de tales ubres para hallar soporte en sus duras estocadas. La mujer estaba en pleno goce.—Eres la mujer más maravillosa del mundo —le susurró Silvano al oído.Renata sintió la honestidad detrás de aquellas palabras. Y es que los piropos le habían llovido desde su paso de niña-mujer, pero no sonaban igual. Jamás los había percibido así, tan sinceros.La señora quiso, instintivamente, mirarle a los ojos para saber si era verdad su afirmación, pero dada la cuadrúpeda posición le fue difícil. Fue hasta que Silvano estuvo de frente, entre sus piernas abiertas, que Renata miró la sinceridad en aquél. Silvano lo decía en serio; por lo menos él estaba convencido de lo especial de aquella dama, con quien en ese mismo instante follaba. En ese momento ella lo supo. Renata jamás recibiría el mismo trato de Mateo pese a ser ambos hermanos.Con eso en mente, Renata se vino varias veces antes de que Silvano reventara en su derretida vagina.Tendidos en la cama, Renata fue la primera en romper el silencio posterior a la sesión de sexo.—¿Por qué dijiste eso?—¿Qué cosa? —le preguntó a su vez él.—Eso... de que soy especial, ¿lo decías en serio? —dijo casi rompiéndosele la voz.—Claro, para mí lo eres, siempre lo has sido —le dijo Silvano—. ¿Sabes? Te amo desde que éramos escuincles.—Qué lindo eres —dijo ella, teniendo las palabras de Silvano por ...
... ciertas.—¿Por qué no te vienes conmigo? —le dijo él y ella asentó una expresión desconcertada en el rostro—. Sí... nos largamos de aquí. Deeste pueblo.—Pero... aquí tengo a mi familia. Mis padres y a Mateo. Y pues él... sea como sea es mi esposo —le respondió con tono de inseguridad en la voz.—Él siempre te será infiel y tú lo sabes. Nunca va a dejar de ser así. Vente conmigo. Formemos nuestra propia familia. Te prometo que para mí tú serás la única. Teniéndote a mí lado no necesito más. No te faltará nada, te lo juro —dijo Silvano con más seguridad que nunca en su vida.La mujer quedó muda. Silvano hizo que ésta le mirara a los ojos.—Te juro que te haré feliz —afirmó él.La camioneta creó una densa polvareda al avanzar a toda marcha por el terroso camino que salía de Paso del mono. Renata y Silvano daban de brincos dentro de la cabina mientras el vehículo avanzaba por la tortuosa terracería. Se veían felices. Uno a otro se sonreía.No obstante, los pensamientos de cada uno eran muy diferentes:Silvano creía realmente haber alcanzado la felicidad.Renata, por otro lado, comenzó a dudar sobre su decisión. En su interior se le estaba creando un vacío. Parecía comprobar que, como solían decir en el pueblo: “la mujer que prueba a Mateo Capistrana, queda enculada de él para siempre”.No podría olvidar del todo a Mateo, para nada. Ni mucho menos lo olvidaría sabiendo que llevaba un hijo suyo en el vientre.FIN