1. Claudia, del voyeurismo al bisexualismo (Parte I)


    Fecha: 14/01/2019, Categorías: Hetero Autor: MilkyQueen, Fuente: SexoSinTabues

    Recordando a mi musa Claudia, que aún sin saberlo, me había iniciado secretamente a la bisexualidad. Hola de nuevo mis amigos y amigas de SST, de nueva cuenta les traigo una historia de mi vida. En esta ocasión me gustaría contarles sobre los inicios de mi bisexualidad. Es una historia un poco larga, por lo que quizás deba contarlo en varias partes. Sé que les gustará, así que sólo les pido que lean y tengan paciencia mientras estas partes se publican. Debo decir que me declaré bisexual desde pequeña, pero por presiones de mi madre (totalmente homofóbica y conservadora) lo reprimí durante mucho tiempo. Es gracias ahora al que es mi esposo que me siento libre de confesarlo y de ser quien realmente soy y fui desde un principio. Esta historia se remonta a mis 12 años de edad (hoy en día tengo 25 años, así que es un buen tramo). Yo fui una pequeña siempre más desarrollada que las demás niñas, a tal grado que mi menstruación me llegó a los 9 años. Mis pechos crecieron desde los 11 años y hasta hoy conservan un buen tamaño. Desde pequeña siempre fui muy retraída, muy tímida y eso me lo hacían saber familiares y amigos cercanos, ya que no era muy conversadora y pensaban que tenía un problema psicológico muy fuerte. En ese entonces mi mamá se hizo amiga de una señora llamada Laura que tenía dos hijas, Berenice y Claudia. Berenice tenía la edad de mi hermano (unos 7 años aproximadamente) y asistía al colegio con él. Claudia ya tenía 14 años y en unos cuantos meses cumpliría los tan ...
    ... deseados 15 años. Berenice tenía rasgos muy lindos y tiernos, y era algo gordita y simpática. Claudia en cambio, era muy mimada y presumida, era un bombón de mujer. A pesar de su corta edad, su cuerpo aparentaba más edad. De piel morena, labios gruesos y nariz fina, ojos grandes de color ámbar, cabello oscuro y corto, de grandes tetas, cadera y culo. Sus piernas bien torneadas y unos muslos apetitosos. Tenía un lunar cerca del labio, que la hacía lucir más sensual. A pesar de su aspecto, era una chica que no le tenía miedo a nada y muchas veces hacía labores en la casa como plomería porque su padre las había abandonado años atrás. Mi mamá iba mucho a visitar a Laura y a sus hijas, y solía comentar cosas de mi hermano y mías con ella. Nosotros le decíamos que no lo hiciera pero ella seguía firme en contarlo todo. Durante sus visitas, mi madre le contó a Laura mi incapacidad por relacionarme con la gente y Laura le comentó que Berenice y Claudia estaban tomando clases de ballet, que podría inscribirme y probar cómo me desenvolvía con otras niñas de mi edad. Ese mismo día por la tarde mi mamá me dijo que al día siguiente tomaría las clases de ballet. Yo hice un berrinche de los mil diablos, porque a pesar de que me encanta el ballet, no quería salir con otras chicas. Me sentía bien estando en casa, leyendo y dibujando. Pero a mi mamá parecía no importarle y me confirmó que al siguiente día por la tarde Laura pasaría a buscarme para llevarnos a todas juntas a la clase. Dicho y ...
«1234...»