1. Negación - Capítulo 12


    Fecha: 16/01/2019, Categorías: Gays Grandes Relatos, Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... porque vuelva al trabajo, es un maldito genio en lo que hace, pero creo que eso será imposible si lo andan usando como saco de boxeo en todos lados. – dijo, jactancioso -. Además, Capitán, debería sentirse avergonzado por golpear a alguien que está casi inválido – lo riñó, apuntando mi pierna enyesada. - Sí… yo… - me miró –. Lo siento. Perdón. Lo miré un segundo, sorprendido por la intensidad de sus palabras, era una disculpa sincera. No solo por el golpe de hoy, evidentemente. Hice un leve asentimiento y miré a Miguel. - Puedes sacarme de aquí – le pedí. Me arrastró hasta su oficina, si no fuera por la situación sombría, habría sido una escena de lo más divertida, Brawny caminando a grandes zancadas empujándome por un hombro, y yo medio caminando, medio arrastrándome por el peso y la incomodidad del yeso. Hizo a un lado a todos los espectadores, que me miraron con preocupación y luego comenzaron a susurrar mientras el grupo se disolvía, el espectáculo había terminado. Me sentó en una silla, me entregó una toalla limpia para que me secara la cara. Y salió. Regresó a los pocos segundos con un botiquín de emergencias y una bolsa de hielo que me tendió sin decir nada. Parecía seguir enojado, y yo ya no entendía nada. Comencé el pequeño corte sangrante en el labio – me miré al espejo – y apliqué hielo. No era nada de qué preocuparse, Claudia habría dicho que la cantidad de sangre se debía a la cantidad de vasos pequeños que existen en el labio. Pero ella no estaba aquí, para ...
    ... llenarme de preguntas suspicaces. En cambio tenía a Brawny que parecía estar en una discusión interna bastante peliaguda. Me hallaba recostado en el sillón con la pierna en alto, y una bolsa de hielo en la cara, cuando Miguel decidió dirigirme la palabra nuevamente. - Cuando te saquen el yeso voy a enseñarte defensa personal – dijo. - La otra vez no funcionó bien – refuté. Lo habíamos intentado una vez, y fue un fiasco. Jamás llegué al nivel que un cinturón negro en Taekwondo esperaría de su discípulo. Miguel se impacientó rápido y yo, sinceramente, no tenía interés en aprender. - Esta vez es distinto, es necesario. - Si tú lo dices… - dije condescendiente. - Me estoy empezando a preocupar – admitió -. Te dejó nocaut con un solo golpe. Y hace dos semanas casi te matan, Fabián – usó mi nombre, esto era serio -. Quizás deberíamos llamar a Sergio, que te venga a echar una mirada. - ¡No! – me apresuré a decir, sentándome -. ¡Estoy bien! Sólo fue un rasguño. - Pero el pie… - Brawny estoy bien. Voy a estar bien – le prometí -. No te pongas nervioso ¿vale? O me pondrás nervioso a mí también… Esto fue… situacional. El hombre se confundió, pensó mal. Yo estaba muy encima de Cecilia. Tal vez demasiado encima – exageré para que me creyera -. Él pensó que algo más estaba pasando. - Pero yo pensé que te conocía… fue con Ceci al Hospital y todo. - No… nunca nos habíamos visto – le aclaré -. Supongo que se impresionó al verme en una situación tan íntima con su esposa. - Independiente de eso, ...
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