La amorosa hija (Parte 3)
Fecha: 19/01/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... el grueso dedo medio de Tomás rondarle el ano, queriéndolo penetrar. Anne respiraba agitadamente, mientras papi se inclinó para besar su oreja. “Mmmm...”, suspiró Tomás. “Si nos cachan te divorcias y te casas conmigo”. Anne volteó su cara sobre su hombro hacia su padre, negando y sonriendo tras su comentario. Tomás dobló un poco su dedo y se lo introdujo en el ano, casi a la mitad. “Ooohhh”, suspiró levemente Anne, pero no hizo nada para detenerlo, curveando sus nalgas levemente hacia afuera. Lo sacó y comenzó a rodearla por enfrente para acariciar su ya húmeda vulva, cuando escucharon la puerta cerrarse, señal de que Raúl regresaba. Papi se inclinó de nuevo, mientras Anne se estiró más sobre su hombro y se besaron apresuradamente en la boca. Tomás caminó hacia el fregadero y lavó sus manos, tallando bien el dedo para que no hubiera rastro de olor. Usó incluso detergente para trastos para hacerlo. Antes de servirles, Anne dijo que iba al baño rapidito, dándole a entender a papi que su atrevimiento había tenido consecuencias. Rápidamente, se puso una toalla femenina para aliviar la resbalosa sensación entre sus muslos y bajó de nuevo. Después del desayuno comentaron las noticias principales. Como niña mimada, Anne se sentó junto a papi y le dio un beso en la rasposa mejilla: “¡que gusto que no pierdas la costumbre de venir, papi! ¡Nos encanta que convivas con nosotros!”, dijo en alegre tono. Tomás les comentó que habían llegado unas invitaciones de boda a su casa, pero no las ...
... había abierto, aunque estaba seguro que se trataba de la hija de un matrimonio muy allegado, de Nueva York. “Las dejó FedEx y firmé acuse de recibo ayer en la tarde”, agregó “Me gustaría poder acompañar a los Robinson”, dijo Tomás. “Llegando a mi casa veo de que se trata y cuando es”. “Estaría bien que fueras”, dijo Anne. “Son dos. De seguro están ustedes también invitados. Supongo que también Estelita y Mark”, agregó. Cerca de medio día, salieron Anne, Raúl y papi a comprar los insumos para la comida. Los niños se quedaron en casa. Pasaron una tarde muy agradable, y como a las 5 Tomás se despidió. La pareja y los niños lo acompañaron a su automóvil. No se dio el momento de despedirse como quisieran. El lunes por la mañana, Anne fue como de costumbre a casa de su padre. Tenía un desayuno con sus amigas en unos minutos más. Cumplió con su rutina de saludo y supervisión, saliendo minutos después apresuradamente. El martes por la mañana, Tomás esperaba a su hija con ansias. No perdieron tiempo. Fueron a su recámara e hicieron el amor con despreocupada pasión. El miércoles, Anne tenía una junta en la escuela a las 8 de la mañana. Imposible. El jueves llegó a casa de papi como era su diaria rutina, sin compromiso inmediato alguno. “Novio”, le dijo, “esto se nos puede salir de control y hay mucho en juego… bastante”, comenzó. “He decidido poner un orden. Estamos jugando con lumbre”. Tomás se alteró. Con tono de preocupación le preguntó: “¿Vamos a terminar, amorcito? ¿Vas a cortar a ...