1. Ahora me toca a mí


    Fecha: 20/10/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... le fue suavizada con tiernos besos de su amante, quien logró convencerla de que probara. "Si te duele mucho, lo suspendemos", le prometió. Ella, apasionada como estaba, fue al tocador por un botecillo con crema. Le untó a él bastante en todo el garrote y luego ella misma en el ano. "Hazlo poco a poco", suplicó y se puso en posición. Simón fue bastante comprensivo y comenzó la penetración con gran suavidad y ternura, pues al tiempo que la embestía con su descomunal tronco, le acariciaba las tetas que colgando se le veían enormes y preciosas y la besaba por la espalda. Debo reconocer que mi Sandra es valiente, pues soportó sin gritar que le entrara el glande, de por sí enorme y por lo menos tres pulgadas de verga, hasta que no aguantó el dolor y gritó: "Ya, por favor, no aguanto". Simón sacó la estaca del negro agujerito de Sandra y sentado a horcajadas sobre ella, le puso la verga en medio de las dos tetas y se masturbó con ellas, hasta que volvió a entregarle varios chorros de semen. Esta vez, ella puso su boca de tal manera que ni una sola gota se derramara. El cayó recostado sobre ella y era grotesco ver la diferencia de pieles: él, prietísimo, al ...
    ... lado de ella, blanca casi como las sábanas. Yo me retiré a un bar, a tratar de asimilar lo que había presenciado y no volví hasta bien entrada la noche. Tirada en la cama, me encontré a mi Sandra recién salida de la tina de baño, con su cabello todavía húmedo y quien me abrazó como si hiciera mucho tiempo que no nos viéramos. Me besó toda la cara y me dio as gracias por haberle permitido tener esa clase de satisfacción. "Te juro y te prometo que es la primera y última vez que te soy infiel", me dijo y agregó: "que no sabes lo que sentí desde el mismo momento en que lo vi y me saludó de mano. No pude evitarlo". Al día siguiente, Simón mismo me avisó que se iba de la casa. No me dio explicación alguna, aunque yo entendía la situación. Se fue a vivir a una casa de asistencias y en un par de ocasiones volvimos a vernos en la Universidad. Hoy sé que no volvió a Cuba. Se fue a Guadalajara donde se casó con una mujer divorciada, muy adinerada y bastante mayor que él. También fui enterado de que la mujer le perdona toda clase de infidelidades, pues no quiere perder ese pedazo de tronco que alguna vez probó mi mujer. ¿Verdad que no es para que me sienta orgulloso? 
«1234»