Ética, religión y Mónica -3
Fecha: 21/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... sentir lástima y compasión. Por el otro lado, verla tratando de cubrirse sin lograrlo me tenía loco. No importaba cuanto tratara. Su brazo y su mano simplemente no podían cubrir sus generosos senos. Lo único que lograba al apretarlos, era hacer que se vieran aún más enormes. Abajo, entre las piernas, el vello púbico asomaba entre sus dedos y alrededor de ellos. Finalmente, también sentí desesperación. Yo, siempre tan seguro, siempre con la respuesta adecuada, siempre con el plan maestro, no sabía qué hacer. El corazón me decía que la abrazara, que la protegiera. Que le dijera que todo estaba bien, que no permitiría que le pasara nada. Mi verga parada, a punto de explotar, me demandaba que me le fuera encima, que la arrojara a la cama y forzara mi entrada en ella haciéndola cumplir su promesa. Mi cerebro solo preguntaba: “¿Y ahora qué vas a hacer, idiota?”. Cuando finalmente pude reaccionar me acerqué a ella, la tomé por los hombros e hice que se sentara en la cama. Sus manos seguían tratando de cubrir sus partes íntimas y seguía llorando con la cabeza baja. - Espera ahora vuelvo. Caminé hacia el escritorio y tomé unos pañuelos desechables de la caja junto a mi computadora (Por favor, no pregunten porque hay una caja de Kleenex junto a mi computadora). Me senté junto a ella y le ofrecí los pañuelos. Al tomarlos separó de su cuerpo la mano que inútilmente trataba de ocultar sus senos y nuevamente me deleitó con la vista de sus enormes pezones. Y de nuevo la maldita dicotomía ...
... emocional. Se limpió ojos y nariz sin dejar de llorar y luego se volvió hacia mí, me abrazó y hundió su cabeza en mi pecho. - Perdón, Perdón… Sí quiero, pero no puedo…. Puedo sentir sus pechos contra mí meciéndose por el llanto, ha dejado de cubrirse al poner sus brazos alrededor mío y vuelvo a ver su pubis cubierto por el abundante vello. La oigo pedir perdón por algo que no ha hecho y siento sus lágrimas mojando mi camisa. ¿Qué diablos hago? Al no saber qué hacer, simplemente la abracé y nos quedamos en silencio un rato. El llanto se detuvo y cuando recuperó un poco la compostura se separó de mí y con una media sonrisa me dijo: - Has de pensar que soy una niñita estúpida, ¿Verdad? Sonreí y le dije en tono de broma: - No. Pero sí creo que tienes serios problemas emocionales. ¿Dime, tus papás no te quisieron llevar al circo de chiquita? ¿Te espantaban con el coco o te encerraban en el ropero cuando no te comías tus verduras? Me dio un golpecito con el puño en el pecho mientras medio sonreía y contestó: - No, tonto. Yo siempre me comía mis verduras cuando era chiquita. - ¡Diablos, entonces estás peor de lo que pensé! Otro golpecito en el pecho, ahora un poco más fuerte. - ¡Tonto! Tratar de consolar a una chica con una crisis emocional mientras está a medio desvestir y sentada en tu cama cuando la casa está sola, es como tener frente a ti una Coca-Cola helada a medio día en el verano y entonces pensar: “La Coca-Cola es mala para la salud”. Con un tono ya más serio le dije: - Me ...