Ética, religión y Mónica -3
Fecha: 21/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... pezones. Ella suspira con mi toque. La pongo de pie y la despojo de la blusa y el sostén mientras ella se encarga de mis pantalones. Una vez desnudos le digo: - Espera, déjame verte. Ella se turba un poco, sonríe tímidamente y se hace un paso hacia atrás. Se para frente a mí y descansa el peso de su cuerpo sobre una de sus piernas lo que hace que su cadera se contoneé. Por primera vez veo en total plenitud sus maravillosos pechos. La silueta de su cuerpo es perfecta. Bajo la mirada y veo su panocha cubierta por esa abundante mata. Puedo sentir mi corazón latiendo y el calor que envuelve mi rostro. Da, entonces, media vuelta y veo sus nalgas redondas que son sostenidas por sus hermosas piernas torneadas. Vuelta de nuevo a verme, avanza hacia mí y pasa sus brazos alrededor de mi cuello. Su sonrisa y su mirada se imprimen en mis ojos y no puedo más. Pongo mis manos en sus nalgas y la levanto, ella da un gritito y se me abraza fuertemente. La deposito con suavidad en la cama y empiezo a recorrer su cuerpo con mi boca. Empiezo en sus tetas, las sobo y beso sus pezones. No la veo, pero puedo oírla suspirar. Me quedo ahí unos segundos y luego avanzo hacia abajo me detengo en su vientre y lo beso repetidamente. Los suspiros son ahora más intensos y continuos. Finalmente llego al centro de mis anhelos. La sensación es indescriptible, siento en mis labios su vello y mi nariz capta el aroma del sexo. Dulce y ácido al mismo tiempo. Me embriago de él y entonces me muevo un poco hacia ...
... abajo para plantar un profundo beso en sus labios vaginales. Ella gime y mueve una de sus piernas ligeramente hacia arriba. La vuelvo a besar, ella se contrae y levanta el vientre. Mi lengua se asoma y penetra el túnel. Su aroma me envuelve, su sabor me llena y mis oídos se deleitan. - Aaaahh, Sí. Ohhh Dios, sí… Sus manos acarician mi cabeza mientras continúo gozando su sabor a mujer. Me revuelve el cabello, lo despeina, lo jala y levanta la cadera al tiempo que hace presión sobre mi cabeza para aumentar la sensación. Mi lengua cambia de objetivo. Muevo la cabeza y me pongo en posición. La lengua se revuelve alrededor de su clítoris. Lo beso, lo chupo, lo lamo. Ella toma mis manos y las jala hacia sus tetas. Empiezo a amasarlas y a sobar y pellizcar los pezones que se vuelven de goma entre mis manos. La vuelvo a oír. -Siii, puta madre…, siiii. ¡Dulce liberación! Continúo con lo que hago, a duras penas puedo mantenerme entre sus piernas debido a sus espasmos. No aguanto más la curiosidad y alzo la cabeza para ver su rostro. Ojos cerrados y ceño fruncido en dulce agonía. Al sentir que me detengo ella baja su mirada y con gesto de impaciente pasión, pone sus manos en mis mejillas y me atrae hacia su cara. Me acerco para besarla y mis labios están llenos de su sabor y aroma. Acerca sus labios a los míos, percibe su propio olor y suspira fuertemente. Me besa y su lengua recorre toda mi boca sintiendo su propio sabor. Se separa y con ojos suplicantes me dice: - ¡Ya, por favor, métemela ...