Ética, religión y Mónica -3
Fecha: 21/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... viendo. Le quité el cooler de la mano, lo puse en el mostrador y la besé intensamente. Otra vez el olor de sexo se hizo presente. Ella devolvió el beso con igual pasión y bajó su mano hacia mi verga. La apretó fuertemente y empezó a moverla. Mis manos no le daban respiro a sus tetas. Las apretaba y pellizcaba sus pezones que de inmediato se pusieron duros. Nuevamente respiración entrecortada y suspiros. Bajé mi mano a su panocha y la acaricié. Ella abría las piernas para permitir la exploración y empezaba chorrear. De pronto, dejó de besarme y se arrodilló, se le quedó viendo a lo que tenía entre las manos y luego subió la vista para mirarme y decirme: - ¡Qué vergota tienes! Me la empezó a chupar y yo sentía que se me iba el alma. Dejó de chuparla un momento y me dijo: - Tu verga sabe a mí. Perdí el control. - ¿Y a qué sabes? Le pregunté con voz intensa. - A puta. ¡Tengo sabor a puta! La tomé de los hombros y la puse de pie. - ¿Quieres verga? - Las putas siempre queremos verga. – Me dijo con voz segura, casi desafiante. Hice que se volteara dándome la espalda y le dije: - Hora de la siguiente lección. Apoyé mi verga contra sus nalgas y le dije. - Para el culo preciosa. Ella lo hizo y preguntó con franca picardía: - ¿Así? - Sí, justo así. - ¿Te gusta mi culo? - Me encanta. Apunté la cabeza y empecé a hundírsela. Nuevamente sentí como me abría paso en su panocha que, no hacía una hora todavía era virgen. Ella gemía con cada empujón. Ahora los gemidos eran de puro placer. Me ...
... detuve un momento para deleitarme la vista con la imagen de mi verga a medio meter cuando ella empujó hacia atrás y se la metió toda mientras decía: - No te pares, la necesito tooodddaaa. Empecé a bombearla y ella jadeaba. Hice de lado la cabeza para poder ver sus tetas y casi acabo cuando las veo colgando y sacudiéndose con cada empujón. También pude ver su cara contorsionada por el placer. - ¿Te está gustando la verga? - Siii. Siii. Siii. - ¿Te está gusta cómo te tengo? - Me gusta mucho, no pares, lléname. - ¿Quieres más eh? - Siii, la quiero toda, dame verga, dame verga, dame verga… Soy una puta, me gusta la verga, me gusta que me cojan… Después de unos minutos las piernas se le empezaron a doblar. El orgasmo era inminente. - ¿Te vas a venir puta? ¿Te vas a venir? - Siii, no pares. Sigue dándome verga ya casi acaaboooo. - Te voy a bañar las nalgas de leche, te las voy a chorrear todas. - ¡No! Lléname, quiero que me llenes. Déjamela ir toda en la panocha. - Puta, puta, puta, Me voy a veniiirr… - ¡Ay siii! Déjalos ir, échameeellooos… Empujé mi verga hasta el fondo y me quedé allí, eyaculando en ella mientras sentía sus contracciones. Pude ver como su ano se abría y cerraba al compás de su orgasmo. Ambos nos sacudíamos con las últimas sensaciones del clímax. Ella estaba recargada en el mostrador y yo sobre ella. Ambos respirábamos intensamente. Todavía con la respiración entrecortada volteó a verme para decirme: - ¡Qué venidota! Me salí de ella y pesados chorros de sus jugos y ...