Él te observa (Episodio 1)
Fecha: 01/02/2019,
Categorías:
Incesto
Voyerismo
Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos
... llevara a cabo el tercer robo. Nunca encontramos una puerta ni una ventana forzada. El desconcierto me llevó a tomar medidas drásticas. Así que, sin anoticiar a la familia, decidí instalar una cámara de vigilancia en el living. La recomendación, asesoramiento y posterior instalación corrió por parte de uno de mis clientes: el Licenciado Gutiérrez, dueño de una prestigiosa empresa dedicada a la actividad en cuestión. Como religiosos practicantes, es difícil que faltemos a misa los domingos. Ese es el único momento de la semana en que la casa queda completamente sola, ya que Rosario trabaja con nosotros sólo de lunes a viernes. Así que ese fue el día elegido para realizar la furtiva operación. Aquella mañana argumenté la aparición de un imponderable laboral que vería sus consecuencias inmediatas al día siguiente, y que me obligaba a quedarme en mi despacho preparándome para la ocasión. Así fue que, mientras Irene y los chicos marchaban a misa, me quedé en casa para recibir a un empleado de Gutiérrez, quien realizó con celeridad la mentada instalación. Ahorraré los detalles técnicos, mitad porque los desconozco. Sólo diré que el joven hizo un trabajo excelente: la cámara –acompañada de un micrófono– quedó casi invisible y su rango de acción no registraba puntos ciegos. Las imágenes generadas eran de una perfecta nitidez, incluso en la oscuridad, gracias a una conveniente función de visión nocturna. Un software instalado en mi computadora me permitía observar todas las ...
... imágenes registradas, permitiéndome dividir la pantalla en varias regiones para poder observar todo a la vez. Podía vigilar en directo lo que estaba ocurriendo en el living mientras observaba grabaciones viejas: ¡Una maravilla! Era evidente que el Licenciado Gutiérrez trabajaba con tecnología de primera. Todo estaba pronto. Sólo debía esperar el testimonio de mi novel ojo delator para desenmascarar a la amiga de lo ajeno. El lunes bien temprano, antes de partir hacia el estudio, tuve la precaución de dejar una buena suma de dinero a la vista en un lugar estratégico del living. Yo sabía que sólo Rosario podría advertir su presencia durante su recorrida diaria de limpieza. Recuerdo que ese día mi jornada fue larga y extenuante. Regresé a casa muy tarde cuando ya todos dormían. Apenas entré, noté que el dinero no estaba donde lo había dejado. Entonces corrí hasta mi despacho y encendí la computadora. “Te atrapé, perra”, pensé. Armado de paciencia, y ayudado por el modo de avance rápido, revisé poco más de cuatro horas de grabación. Pude ver a nuestra curtida criada quedar azorada de cara al dinero contante y sonante que brillaba ante sus ojos. Tenía a su mano una cantidad que, trabajando honestamente, le llevaría largos meses poder reunir. Sin embargo, para mi grata sorpresa, continuó limpiando sin tocar los billetes. Luego llamó a Irene y le advirtió sobre la presencia del dinero y del peligro que significaba dejarlo a la vista. Mi esposa le agradeció el gesto y se llevó el fajo. La ...