Todo por una infección de orina
Fecha: 01/02/2019,
Categorías:
No Consentido
Anal
Autor: Siles7, Fuente: CuentoRelatos
... el ginecólogo se mostró como un tío majo. Le dijo que no se preocupase, iba a examinarla, pero siendo diagnosticado y tratado ese mismo día se podía controlar bien la infección. La indicó que se quitase los pantaloncitos y la ropa interior y se sentase abierta de piernas en el cabestrillo. Judith pasó un poco de vergüenza, pues era el primer médico masculino que le examinaba el sexo, pero le permitió ponerse una manta hasta la altura de las rodillas para reducir la violencia de la inspección. El médico cogió una lupa metálica y una linterna para adentrarse en la vagina de Judith. Mientras, hizo un breve discurso sobre lo frecuente que era que los extranjeros adquiriesen este tipo de infecciones, que podían ser de múltiple naturaleza, pero principalmente dieta o actividad sexual. Le preguntó a Judith si había tenido sexo intenso durante los últimos días y en base a eso había cogido la infección. Judith, muerta de vergüenza, le contestó: -No, no, nada de eso, no he hecho el amor durante estos días. Yo… El médico salió de debajo de la manta y la miró con gran cara de incredulidad, mientras le contestaba en inglés: -Pues menuda fiesta acabas de tener en tu sexo, hija. Veo semen aún fresco. Y además, te han metido una buena herramienta porque te han dejado totalmente irritada. Judith se puso totalmente roja y no contestó. Pero el médico siguió examinando y comentando: -¿Cómo dejas que te follen así, chica, sin protección ni nada? Joder, tienes rastros de semen en el útero… ...
... Vaya, si hasta has sufrido desgarro, tienes sangre aún no coagulada. ¿Pero, y esto? Hala, pero si hasta hace poco eras virg… -¡¡Doctor, deje ya de comentar!!! – dijo Judith muy enfadada, intentando protegerse. - Le he dicho que vengo por una infección, el sexo lo acabo de tener ahora y es cosa mía, ¿vale? Así que póngase a trabajar y menos cotilleo, que para eso no le pagan. El doctor se calló y se puso a examinar la uretra de Judith. Ella, mientras, se quería morir, quería salir de allí, que sólo terminara aquello. Por suerte, el médico acabó y no comentó nada más. Le dijo que se quedara allí un momento mientras consultaba el ordenador. Le comentó que le recetaría un antibiótico potente vía oral y que debía beber mucha agua durante el día, y que no le diese miedo orinar, era bueno para eliminar la infección. Judith asintió, contenta porque al fin esa mañana infernal estaba a punto de acabar. El médico estaba tecleando cuando al momento paró de hacerlo y la volvió a mirar. Se volvió a dirigir a ella en inglés. -Oye… Mira, sé que no quieres hablar de ello, pero tengo que dar parte de tu actividad sexual, va con el diagnóstico. Es posible que pudiese agravar tu estado porque ha habido sexo violento de por medio y como médico debo notificarlo o sería una negligencia. Judith quiso protestar, pero estaba claro que él tenía razón. Pero si lo notificaba, ¡¡sus padres acabarían por enterarse de todo!! ¿Qué podía hacer? -¿No hay alguna forma de evitar ponerlo? El médico sonrió para sus ...