1. Dos fantasías en una


    Fecha: 13/02/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Ano-Di-No, Fuente: SexoSinTabues

    Lo que viene a continuación es simplemente una fantasía de una mujer que quiso hacerla realidad pero, por su atrevimiento, la realidad superó su fantasía. Desde que conoció a Juan, hombre atrevido y enamorado de ella, Miriam, le saltaban constantemente dos o tres fantasías por la cabeza. Una de ellas era ver a Juan a cuatro siendo penetrado por una gran polla mientras ella se masturbaba. La había comentado con Juan, y tan atrevido como Miriam, él prefería que la primera vez que un hombre le penetrase fuese un negro, por aquello de los mitos. Ambos merodeaban varias fantasías para llenar sus cabezas de imágenes y alcanzar orgasmos más intensos, pero nunca daban el paso. Juan le decía, se hagan o no realidad, ellas alimentarán nuestra relación mientras. Otra de las fantasías era ver cómo Juan sodomizaba a una mujer de unos 17-18 años. En la cabeza de ella sólo se daba el sexo anal, no había penetración vaginal. Miriam sólo la contemplaba como una escena de sumisión. Desde hacía años en la imaginación de Miriam se daban cita una chica joven y un hombre de mediana edad. Cando Juan llegó a su vida su fantasía estaba más cerca de ser realidad. La tercera de las fantasías que rondó a esta pareja cuarentona y atractiva pasaba por la zoofilia. Miriam y Juan habían compartido escenas de vídeos de perros, ponis o caballos penetrando a mujeres y a hombres. Ambos veían al contrario atad@ y siendo penetrad@ por algún perro, siempre grande. Viajaron ambos durante 3 días a Irlanda en un ...
    ... viaje para despejarse de las presiones diarias del trabajo y las familias. Cuando estudiante, Miriam había pasado unos años en el país de los verdes y quería aprovechar la ocasión para hacer de cicerone para Juan. El primer día se alojaron en un precioso hotel del centro de Dublín para poder patear la ciudad sin coger trasporte alguno. El segundo lo pasarían al norte de Irlanda, en un pequeño pueblo de la costa, Larne, pero con todo el sabor rural. Miriam lo había visitado de paso cuando joven pero nunca había pernoctado. Eligieron una coqueta granja a la entrada del pueblo en plan Bed And Breakfast. Construída a principios del siglo XX, había sido remodelada cien años después. Todo excepto los establos, donde todavía guardaban algunos caballos que utilizaban para arrendar a los huéspedes y como mini escuela de hípica. Era domingo por la mañana cuando llegaron y algunos niños terminaban sus clases. Dejaron el equipaje en la habitación y salieron a conocer la comarca en un pequeño coche que alquilaron en Dublín. Pasaron el resto del día fuera. Llegaron después de cenar algo con la idea de ducharse y quedarse en salón de la casa rural a tomarse una última copa antes de irse a dormir. Miriam se duchó primero, se puso cómoda y le dijo a Juan que lo esperaba con dos copas, que necesitaba usar el wifi para comunicarse con España. 15 minutos después Juan entraba en el salón, Miriam, tan bella como siempre, estaba sentada en un taburete junto a la barra y conversaba con el camarero en un ...
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