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Solo éramos dos
Fecha: 16/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lauer, Fuente: CuentoRelatos
... dio un abrazo. Ambos se rieron y hablaron durante un momento. Lo besó y extendió su mano hasta acariciar su pene flácido como en una despedida. Me sentí un poco celoso al recordar el tamaño de su miembro y como lo había gozado. El beso duró unos segundos, los suficientes para ver crecer otra vez esa polla. Alex comenzó a acariciarla de nuevo. Le susurraba que añoraría esos labios. Atrapó sus cabellos y guió su boca hacia su polla. Erika lo empujó sobre la cama y se la metió en la boca. Estaba agachada con los pies en el suelo comiéndose literalmente la polla de Alex. Ciro la ayudaba empujando su cabeza, sin desperdiciar la facilidad que le ofrecía de acariciar sus pechos. Sin dejar que soltase la polla de Alex, Ciro la colocó de rodillas en el borde de la cama. Separó un poco sus muslos y hundió su cabeza entre ellos. Su lengua la recorría arriba y abajo. Pausadamente. Pronto se entretuvo en lubricar solo su “otro agujerito”. Su ano. Recogía con sus dedos los jugos de su coño y los esparcía en su ano ayudado también por su lengua. -Alex dice que añorará tu boca. Pero yo siempre recordaré este culo. –abriéndolo y cerrándolo. Erika suspiró sin dejar de lamer a Alex. Un dedo bien mojado de Ciro rompió el primer escollo. Ya estaba dentro. Removió cuanto pudo dilatándolo para dar cabida a un segundo dedo. Este no tardo en desaparecer al igual que el primero. Ciro presionó hasta introducirlos por completo. Y empezó un cada vez más rápido mete saca. Erika continuaba con sus juegos ...
... sobre la polla de Alex, haciéndose la ignorante de lo que estaba a punto de pasar a sus espaldas. Los dedos salieron de su escondite. Ciro arrimó la polla a su culo de nuevo libre. Una contracción involuntaria al notarla cerró de golpe la entrada. Ciro no desesperó. Acarició el culo con ambas manos abriéndolo cuanto podía y acariciándole el ano con su pulgar. Al comprobar una débil relajación, de improvisto, soltó una fuerte palmada sobre una de sus nalgas al tiempo que con un golpe de riñones consiguió que un par de centímetros la perforasen. Erika gimió y continuó con más ímpetu su mamada. Ciro, de otro fuerte empujón, enterró por completo su polla. Finalmente tenía toda la polla en su interior. Y empezó a moverla, primero lentamente, luego con más fuerza. Erika se estremecía con cada nuevo golpe que sus nalgas recibían. Alex finalmente se corrió en el interior de su boca y esta vez no dejó escapar nada. Se tragó toda su corrida y la relamió para no perderse ni una sola gota. Ciro golpeaba cada vez más duro su culo hasta estallar. Se la sacó resoplando. Yo permanecía de espaldas tumbado sobre la cama. -Acércate, -le dije- Ponte encima y cabálgame. Se aproximó y cogiendo mi polla con una mano, la acompaño hasta la entrada de su coño. Descendió lentamente y una oleada de placer me inundó. Empezó a cabalgarme con sus manos apoyadas sobre mis hombros. Su ritmo aumentaba. En breve fue enloquecedor. De seguir así, seguro que no duraría lo más mínimo. La cogí por el cuello y uní ...