Reunión de amigos: Proposición inesperada
Fecha: 24/02/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Jorge, Fuente: CuentoRelatos
Me llamó Arturo y conocía a Roberto y Damián desde la niñez, éramos amigos desde siempre y juntos conformábamos un grupo compacto que, como todo grupo de tres a esa edad, nos llamábamos Los Tres Mosqueteros, aunque en nosotros era una realidad aquello de “todos para uno y uno para todos”, todo lo compartíamos y un problema de uno era un problema de los tres. Roberto era negro, y ya desde niño era alto y musculoso, tozudo y colérico, siempre dispuesto a las peleas y las discusiones y era difícil contradecirlo, en cambio Damián era todo lo contrario, un blanquito delgado más bien débil de buenos sentimientos e inteligente pero nada dado a la violencia y la confrontación, al contrario, siempre que se metía en algún problema los otros salíamos a defenderlo, yo era como el punto medio entre ellos, mulato claro y de cuerpo normal, no era muy amigo de broncas y reyertas como Roberto y prefería resolver los problemas negociando, pero cuando era necesario nunca retrocedía ante los desafíos. Ya a estas alturas de la vida habíamos crecido, éramos hombres trabajadores, mediando los treinta, con familias y responsabilidades, pero seguíamos siendo amigos y alguna que otra vez nos reuníamos a recordar tiempos pasados y a pasarlo bien. En esa ocasión decidimos pasar el día juntos en casa de Damián aprovechando la piscina. Era un verano caluroso y nos vendría muy bien un chapuzón. Cuando llegue ya Roberto estaba allá con María, una mulata alta de cuerpo escultural, piernas de ensueño, ...
... grandes caderas y grandes tetas que siempre pensé fueran producto de alguna operación, pero lo más sobresaliente de su cuerpo era el culo, un culo fenomenal a lo Jennifer López o Kim Kardashian, grande, redondo, alto, el culo que todo hombre quisiera poder mirar, tocar y disfrutar a sus anchas. Damián estaba con Lourdes, su pareja hacía ya varios años, era una joven bajita pero con un buen cuerpo y un culito pequeño pero igual de bueno, senos normales y una carita bonita con una boquita pequeña, nariz respingona y una cabellera rubia que enmarcaba adecuadamente su cara aniñada. Yo por mi parte fui con Rebeca con la cual estaba conviviendo hacía más de un año, también era blanca pero más alta y mayor que Lourdes y creo que con mejor cuerpo, aunque nunca podía compararse con María, tenía senos grandes, un buen culo y piernas muy bien formadas. Pasamos buena parte del día bebiendo, comiendo los saladitos y manjares preparados por las mujeres y bañándonos en la piscina, haciendo bromas y comentarios jocosos y hasta subidos de tono sobre lo bien que se veían las mujeres con sus bikinis sobre todo María, que no podía ocultar las grandes nalgas que sobresalían de su tanga y provocaba la mirada lasciva de todos, algunos comentarios míos mas incisivos y el malestar de Roberto, pero todo iba en buen plan y a modo de broma, no era la primera vez que nos reuníamos y todos nos llevábamos muy bien incluida las mujeres entre ellas. Ya estaba oscureciendo y se sentía cierta frialdad por lo que ...