Confidencias 11 Adrian sabe algo más que dar masajes
Fecha: 28/02/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... deber, se lo debían comunicar por el móvil, siempre llegaba a tiempo. Habló un momento con Eduardo muy serios y luego riendo los dos de lo que se decían, seguramente no sería la última vez que estuviera con Eduardo, buscaría la forma de convencer a papá, él era inteligente y no le faltaban recursos. Montamos en el automóvil y salimos de aquel edificio, detuvo el coche unas calles más adelante y se volvió hacia mí. Me abrazó con fuerza y no cesaba de besarme. -Has estado genial, Eduardo y los demás están satisfechos, el favor está pagado y no tendrás que volver a estar con tantos hombres para que te follen mi amor. Sus últimas palabras las pronunció cuando llegó besando a mis labios, me los mordía mientras gemía Adri, papá estaba excitado y yo era el culpable. Entramos en la ciudad y en lugar de dirigirnos a nuestra casa tomó el sentido contrario. -Papá este no es el camino de casa, te has equivocado. -No cariño, vamos a un hotel un momento, quiero mirarte y que estemos un rato los dos solos. El hotel al que me llevó no parecía muy bueno pero estaba limpio y no tardaron en darle la llave de una habitación. Era sencilla y disponía de una gran cama y un baño. Comencé a desnudarme para que me viera el culito, podía haberlo hecho en nuestra casa pero no preguntaba el motivo de estar allí. Él se quitó un abrigo corto que llevaba, debajo estaba en camisa, subí sobre la cama y me coloqué de rodillas elevando el culo y abriéndome las nalgas con las manos. Papá comenzó a quitarse el ...
... resto de la ropa que llevaba hasta quedarse desnudo, estaba relativamente excitado aunque el pene no lo tenía duro del todo. Me miró el anito y metió uno y dos dedos, no los sentía de lo abierto y relajado que tenía el ano. -No te has limpiado bien, aún tienes restos de semen. -Si quieres vuelvo a limpiarme ahora, han sido tantos los que me la han metido que estaba lleno de leche papi. No contestó y comenzó a pasarme la lengua por la entrada del culo, lo sentía lindo y rico, diferente a lo que de aquellos hombres. Levantó la ropa de cama y se metió debajo. -Ven hijito descansemos un rato. Me tendí a su lado tapados con la sábana, y me abracé a su fuerte cuerpo, recosté la cabeza en su pecho sintiendo los vellos que lo adornan acariciarme la mejilla y escuchaba su respirar y los latidos de su corazón acompasados. Sentía una paz muy profunda y mucha seguridad rodeado por sus brazos. Alcanzó su abrigo y sacó un estuche de un bolsillo, rápidamente imagine que era el regalo de Eduardo para mí, como siempre hacía últimamente se trataría de alguna joya. Recordé que papá se había quedado con el colgante cuando le entregue lo que tenía y no me lo había devuelto. Me alargó el estuche y lo abrí, ahora se trataba de un anillo de oro rojo como los anteriores regalos y tres brillantes incrustados, en el oro. Me lo puse en el dedo anular de la mano izquierda, me estaba grande y lo cambie al corazón, ahí estaba a la medida, lo estuve mirando un momento. -Es muy bonito papi, como los otros ...