Confidencias 11 Adrian sabe algo más que dar masajes
Fecha: 28/02/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... regalos, Eduardo es muy generoso. -Sí amor, es generoso y tiene mucho dinero, pero ya no será necesario que te haga más regalos, te los comprará tu papá. Ahora los negocios marcharan bien y tendrás todo lo que tú quieras. Pasaba su mano por mi cabello llevándolo hacia el cuello y retirándomelo de la cara. Me miraba como hechizado sin dejar de pasar la mano por mi cabeza, me acerqué a su pecho y deposite mis labios en su pectoral. -Te quiero papi, no hace falta que me compres cosas. -Pues lo haré, todo lo que se te pueda ocurrir y ya no volveremos a mendigar, solo tendrás a tu hombre o los que tú quieras y a tu papá si lo deseas, te quiero hijito, te deseo, nunca había sentido esto hacia ti hasta que he visto lo que los hombres te quieren. -¿Querrás estar con papá alguna vez, mi amor? Adri, no le contesté directamente a la pregunta, ¿qué le iba a decir? Tú podrías haberme orientado pero no estabas aquí. También había dicho que podría estar con quien quisiera y por lo tanto no te había excluido. En lugar de darle una respuesta me enrosqué para pegarme a su cuerpo y sentir el poder de su persona, se estaba muy bien, maravillosamente bien y empezó a besarme y a pasar sus grandes manos por mi espalda, por mis nalgas, protegiéndome con el mayor amor del mundo. Hacía muchos años que no pasaba, comenzó a hacerme cosquillas, jugando conmigo y haciendo que cabalgara su duro vientre lleno de pelos, el juego de un oso con una tierna muñeca. -Chúpame un poco la verga pequeño, estoy muy ...
... caliente por los juegos. Sí, Adri, ya lo había notado, su verga me acariciaba el culo mientras montaba su vientre jugando. Me escurrí besándole todo él, hasta llegar a su maravillosa polla dura como una piedra y colorada de la calentura que la hacía palpitar. Se la chupaba mientras papi suspiraba y jugaba con mis testículos y la entrada del ano poniéndome a mi caliente y deseando que me follara, que me metiera esa barra de carne caliente que bajaba por mi garganta. No quería correrse sin follarme el culo y me pidió que fuera yo el que lo montara para no hacerme daño alguno. Estuve unos minutos tendido sobre él besándolo y dejándolo que me besara y metiera la lengua en mi boca, en mis orejas y rozando mi pene con los pelos de su abdomen haciendo como que yo lo cogía. Al final llevé la mano a mi trasero para apuntar su verga a la diana de mi culo, lo disfruté cerrándolo para darle placer, y empecé a dejarme caer muy lentamente, mirándole a los ojos sin perder su mirada, viendo como abría la boca cada vez que me dejaba caer unos centímetros enterrando su gran verga en el culo amoroso de su hijo. Lo cabalgue sin descanso, apoyando las manos en su pecho para dejarme caer, hasta que su excitación le hizo sujetarme por la cintura y moverme como si yo fuera una vagina artificial que le diera placer. Rugía mientras me llenaba el culo de semen hasta que terminó respirando jadeante y entre convulsiones, me tendí sobre su pecho con su verga en mi culo y cuando se repuso continuó entrando y ...