Dos Errores
Fecha: 01/03/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pueblo sospechaban que era maricón, porque no había utilizado los servicios de la dos únicas putas del lugar. Yo estaba a punto de averiguar si lo era o no. Sorpresivamente me pidió que compusiera mis ropas y mi maquillaje y él, subiéndose los pantalones se sentó detrás de su escritorio. Esperó a que repintara mis labios y me pasara el peine por pelo y llamó a su secretaria por el intercomunicador. Confieso que me sentí un poco desilusionada y seguramente se me notaba, pues en el momento que entraba su secretaria él me dijo: "No hemos terminado". Para la mujer podía referirse a la entrevista, pero yo sabía que representaba y extrañamente me reanimé.La verdad es que estaba enormemente excitada e inconscientemente deseaba ser poseída. El Sr. Torres pidió unos documentos, ella se retiró unos segundos y regresó con algunos papeles y después le dijo a su jefe que si recordaba que le había pedido permiso para ausentarse, éste dijo haberlo olvidado, pero le otorgó el permiso, empezó a llenar los papeles y ella regresó a decir que ya salía. En cuanto cerró la puerta el Sr. Torres se paró y me indicó que hiciera lo mismo, se colocó detrás de mí y me dijo que me inclinara colocando mis manos sobre su escritorio, cuando lo hice me levantó la falda y me quitó las pantaletas, hizo que separara las piernas y sentí como frotaba su duro glande en mi rajada, cubriéndolo de mis fluidos, luego lo colocó a la entrada de mi concha y lo empujó. Tuve varias sorpresas, sentí como distendía las ...
... paredes de mi coño, pero penetró rápidamente sin molestarme, sin duda por lo lubricada que ya estaba, alcanzó dentro de mí profundidades que ignoraba tener y tuve un orgasmo muy rápidamente, aunque este se prolongó deliciosamente hasta que él llenó mis entrañas con su simiente. Permanecimos así unos minutos recuperando el resuello. Entonces se salió de mí y sentí que me empezaba a escurrir algo de líquido por los muslos. Él me entregó mi pantaletas y me ayudó a ponérmelas, sacó su pañuelo y limpió mis muslos y se lo guardó nuevamente, se incorporó y por primera vez nos besamos. Me colgué de su cuello como si se me fuera a escapar mientras él me acariciaba las nalgas por encima de la ropa. Tuve que volver a arreglar mi ropa y mi cara antes de salir de su oficina.Nueve meses después tuvimos nuestro primer hijo, un varoncito que llenó de orgullo a mi esposo. La casa que compramos es dúplex y seis meses antes el Sr. Torres compró la casa adjunta. A pesar de nuestros esfuerzos y con la llegada del bebé, no nos alcanzaba para pagar las mensualidades, pero gracias al Sr. Torres mi marido consiguió otro trabajo, con lo que pudimos salir a flote. Tuvimos cinco hijos, dos nenas y tres varoncitos. La menor acaba de cumplir 30 años. Al Sr. Torres siempre le dije así, a pesar de que mi marido me decía que era ridículo, considerando que es nuestro vecino y nuestros hijos le dicen tío, pero siempre le dije que debía guardar distancias. Mi esposo falleció hace tres años y ahora mis hijos me dicen ...