Qué fácil es el sexo, parte 2 - Julián
Fecha: 03/03/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Danielgay18, Fuente: SexoSinTabues
... arriba abajo, le bajaba el prepucio y dejaba al descubierto su glande brilloso por el lubricante, con la otra mano comencé a acariciarle las piernas, eran delgadas, más delgadas que las mías pero no dejaban de encantarme; pasé mis manos por sus nalgas y sentí la firmeza de ellas; poco a poco acerqué mi dedo a su ano; Ramón bajó la mirada hacía a mí y me sonrío justo antes de lanzar un gemido. Mi mano izquierda sobaba su pene con una maestría inigualable, quería hacer que mi hermano disfrutara todo, quería hacer que le gustara tanto que siempre volviera por más; mi mano derecha estaba sobre su nalga, mi dedo índice se adentró entre la línea que separaba su culo; sentí sus vellos y luego encontré su ano, Ramón se estremeció y lanzó un gemido cuando sintió como mi dedo intentaba abrirse paso para entrar a su interior. Cuando ya tenía medio dedo dentro, me dijo ‘’Muévelo bebé, de un lado a otro, como si estuvieras rascando, y mételo y sácalo’’. Solté su verga me sujeté de su pierna mientras metía y sacaba mi dedo de su culo, sentí un poquito de asco pero no se comparaba con el sentimiento de tener a mi hermano para mí, de tenerlo ahí, diciéndome que hacer, enseñándome a darle placer. Ramón comenzó a masturbarse y me pidió que le metiera otro dedo. Con dos dedos dentro, sentía como su agujero me apretaba más y escuchaba como mi hermano mayor gemía descontroladamente con cada metida que le daba, se jalaba la verga violentamente y, cuando su culo se contrajo aprisionando mis ...
... dedos, un gran chorro de semen salió disparada y cayó justo en mi cachete; me quedé atónito y luego otros cuatro chorros más salieron, quedando un poco más de su leche sobre mí. -Me manchaste, Ramón –Sentía un poco de asco. Le saqué los dedos de su culo y mi hermano aún se recuperaba, su respiración era agitada y tenía los ojos cerrados. -Perdóname, no me controlé, me dedeaste muy rico bebé. -Me quiero bañar, tu leche apesta mucho. -Ven te la limpio. La lengua de Ramón pasó por mi mejilla, mi cuello y mi pecho, donde su semen había caído. Me sorprendió lo caliente que mi hermano era para comerse su propio semen. Lamía cada gota y yo sentía cosquillas, mi verga estaba dura y me comencé a masturbar; la sensación de jalarse la verga y de tener a Ramón lamiéndome y besándome de esa manera me excitaba, así que no resistí mucho y grité ‘’Me vengo’’. Ramón rápidamente bajó a mi verga y se la metió a la boca justo cuando un único chorro de semen salió disparado y golpeó el fondo de su garganta. La boca de mi hermano era una prisión hirviendo para mi verga, el orgasmo me había puesto sensible la polla por lo que cada rozadura de su verga me causaba cosquillas que me hacían gemir. Ramón se puso de pie y abrió la boca: tenía su semen y el mío en la boca, lo miré con un poco de asco y él sonrió, luego, cerró y tragó nuestras leches combinadas; cuando abrió la boca ya no tenía ni una gota. -No me veas con asco, verás que una vez que la pruebes vas a quererla siempre. –Ahora me doy cuenta de ...