A los 6 años quería saber todo!
Fecha: 05/03/2019,
Categorías:
Gays
Autor: totoarg, Fuente: SexoSinTabues
... era mucho más grande y fuerte, tenía 19 años, trabajaba en albañilería y en el campo de sus padres se encargaba de las vacas y los caballos. Tenía manos grandes, brazos y piernas fuertes y bien formadas además por el futbol. Lo había visto en competencia de fuerza y lucha con el resto de los pibes y siempre ganaba él por su contextura y fuerza bruta. Lo único que hice fue encogerme de miedo y empezar a sollozar por el dolor que me causaba al tomarme del brazito con tanta fuerza- Perdón! Suplique empezando a llorar. Oscar, ahora asustado por mis lágrimas, me abraza -shhh no llores Pablito, discúlpame. Insiste varias veces desesperado al ver que me había asustado enserio y no podía calmarme. Me sube a su regazo y me aprisiona en sus brazos. – No seas boludo, no llores. Las nenas no más lloran y vos no sos una nena. Me decía en tono apremiante. Deje de llorar, sí. Pero el susto tardo en irse varios minutos, mientras entre mis nalgas sentía crecer y endurecerse un bulto que era blandito cuando Oscar me sentó en su regazo para abrazarme y calmarme. -¿Mejor? Me pregunta con un tono de voz distinto, amable sí, pero más primitivo, jadeante, secreto. -Sí. Contesto mirándolo con mis ojos inundados en lágrimas que desbordaban por mis cachetes rosados. –Me lastimaste! Le reproche haciendo un puchero. Me mira unos segundos y me besa de una forma más profunda y húmeda que el pequeño roce de labios que yo le di. –Es normal que un varón y una nena se besen porque nosotros tenemos pilín y ...
... las nenas tienen concha. Me explica bajándome de su regazo y sentándome en el banco frente a él, dejándome en primera plana la imagen de su pija creciendo en sus shorts de futbol. Yo no podía dejar de preguntarme que carajos estaba escondido debajo de esa prenda suelta, porque parecía algo vivo que estaba despertando lentamente para empujar la tela que lo cubría. –Pero si alguien te ve besando a otro nene se va a enojar mucho y te van a pegar, y si alguien ve que vos y yo nos besamos, pueden llevarme preso. Su voz era apagada y profunda. Que alguien vaya preso por un beso me parecía absurdo ya a los 6 años. -¿Por qué van a llevarte preso por eso? A mi me gustó tu beso y también me gusto que la seño Betty y el maestro de tercero se besen. -No tiene nada de malo. Dijo acariciándose lentamente la pija con la yema de sus dedos por sobre la tela. –Pero nadie tiene que vernos ni saber que lo hicimos. -Juro que no le voy a contar a nadie y no voy a besar nunca más a otro pibe. Dije solemne ante la posibilidad que se cometa la injusticia de que metan preso a Oscar por un besito, y muy consciente de que la forma en que me miraba, respiraba y se tocaba era una faceta que no conocía de mi amigo. -No importa que lo sigas haciendo mientras estés seguro que nadie más nos vea. Dejó de observarme con intensidad unos segundos, se aseguró que nadie estaba merodeando por los alrededores y me preguntó de una manera morbosa: -¿Quérés que nos demos más besos? Llevó la mano desocupada a mis piernas y ...