1. A los 6 años quería saber todo!


    Fecha: 05/03/2019, Categorías: Gays Autor: totoarg, Fuente: SexoSinTabues

    ... empezó a acariciarme despacito. El contraste era exitante: mis piernas eran pequeñas, blancas, suaves como la piel de un durazno, blandas pero turgentes. Sus manos eran grandes, fuertes, ásperas y como toda su piel, bronceada por el sol característico de la zona. -¿Bueno? Acepte sumiso ante la faceta desconocida de mi amigo. Con una mano subía por mi entrepierna e intentaba meterse por debajo de mi short que no era tan grande ni elástico para que cupiera mi pierna y su manaza, mientras con la otra recorría la forma fálica que dibujaba su short. Al escuchar mi aprobación para continuar besándonos, abandonó el intento de meterse bajo mi short y se acomodó la pija para ponerse en pié. –Dale, seguime. Nos metimos en el patio de la casa de Luciano por el costado, ya que solo un cerco de tres hilos de alambre protegía la propiedad. Cruzamos la cancha de futbol improvisada y nos metimos en un garaje alejado de la casa principal, donde el papá de Luciano tenía un Peugot modelo 88 que juntaba polvo desde ese año, fuera joda. El lugar era pequeño y el vehículo ocupaba la mayor parte del espacio, Tenía tres paredes sin ventanas y donde debería estar la cuarta pared cumplía la función teórica de entrar y sacar un coche que no fue puesto en marcha por 20 años. Entre la pared del fondo y el vehículo había un espacio suficiente para que ambos nos refugiáramos de la vista externa, sumándole al horario y al lugar donde nos encontrábamos nadie nos vería por un par de horas. Por la pulcritud ...
    ... de ese sector, comparado con el resto de la habitación, era evidente que los pibes del barrio usaban ese espacio con más regularidad de la que creía a simple vista. Ambos nos sentamos en suelo y, con susurros al oído, Oscar empezó a calmar los nervios que evidentemente demostraban mis pequeños temblores. No recuerdo haber estado nervioso, pero al saber que existía la posibilidad de que vaya preso, ya no había inocencia en besarlo. Se recostó sobre la pared, me sentó sobre su pija dura y palpitante y empezó a besarme tiernamente, mientras empujaba su cadera contra mí. Ambos vestidos, sentía como su falo se refregaba a lo largo de mi colita. La situación era nueva, sentía que mi sangre fluía más rápido, mi pijita se puso al palo y un mundo nuevo de sensaciones me hicieron mover mis caderas sobre él mientras sentía que su lengua grande y rasposa recorría el interior de mi boca, me embriagaba el sabor de su lengua, una mezcla de cigarrillo, hamburguesa y gaseosa de lima limón que me parecía dulce y masculino al mismo tiempo. -¿Te gusta? Me preguntó después de basarme unos minutos y ponerme de pie entre sus piernas. –Si, me gustó mucho. Dije pensando que todo había terminado. Al estar de pie, veo su bulto mucho más grande y tieso que antes de sentarme en él. Pero lo que más llamó mi atención fue la parte húmeda de su short, que coincidía con la punta de la carpa. Empecé a reírme despacito. -Te hiciste pis (meado). -No es pis. Cuando estamos muy calientes y tenemos ganas de coger, a ...
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