1. A los 6 años quería saber todo!


    Fecha: 05/03/2019, Categorías: Gays Autor: totoarg, Fuente: SexoSinTabues

    ... causó, para poder precisarles en detalle esa imagen. En ese instante, solo éramos la verga y yo, el latir de mi corazón y la respiración pesada y profunda de Oscar, que me recordó que estaba allí y que esa pija era suya tomándome los cachetes con una mano fuerte, y apretándola para resaltar mi boquita. Que de esa forma era mucho más pequeña que la circunferencia de su verga. Con la otra mano, tomó su pija y sin pelarla, pintó mis labios con ese líquido transparente y espeso, el tacto de mis labios aprisionados con esa porción de pija era suave, cálido y baboso. El aroma que desprendía invadió mi nariz. -Mira, tu boquita y mi puntita tienen el mismo colorcito, bebé. Shhh parece una conchita. Saca un poquitito tu lenguita. Me decía con voz ronca. Saqué la puntita de mi lengua, todo lo que me permitía la mano de mi vecino, y empezó a frotar suavemente su líquido por mis labios y mi lengua, sin presionar demasiado. Era salado y cremoso, no me desagradó pero tampoco me pareció una maravilla. Cada vez que dejaba de salir su babita, apretaba la base de su chota con la yema de los dedos y empujaba el prepucio hasta la cabeza, y brotaba de nuevo una perla transparente de esa miel salada. Me soltó la cara y tomó mi nuca mientras trazaba una telaraña brillosa por toda mi cara, apoyando su puntita sobre mi piel y arrastrándolo hasta mi boca, que lentamente se abría cada vez más para saborear ese garrote de carne. De repente, me tomo por debajo de los brazos, me alzo como un muñeco que ...
    ... no pesara nada y me beso despacio, profundo, lamiendo mis cachetes, mi nariz, mis labios. Me recostó sobre el capó del auto, apoyó mis pies a cada lado de sus hombros. Y mientras uno respiraba la exhalación del otro, presionaba su pija a lo largo de mi zanjita, demorándose unos segundos más sobre mi culito que palpitaba de gusto. Con cada recorrido presionaba un poquito más sin forzar para penetrarme, pero si con el objetivo de dilatarme lo suficiente. Tomó mis dos piernas con una mano, pasó su gruesa y húmeda lengua por mi culo. Chupando y empujando, su lengua llegó más lejos que su dedo cuando empezó a explorarme. Yo estaba expectante, disfrutaba de todo pero también estaba asustado. -Sos el culito más rico que comí en mi vida, bebé. Escupió un gargajo en su mano para empavonarse la pija y lo apoyo en la entrada de mi culito rosado. Presiono lo suficiente para entrar la mitad de la cabeza y empezó a masturbarse de una manera brutal pero sin lastimarme. Me miraba entre excitado y enojado, mientras se masturbaba con media cabeza coronada por mi hoyito, me metió un dedo en la boca que olía a su pija, a mi culo, y sabía a los dos. La presión, la humedad y el vaivén de la masturbación era una fiesta en mi cola, y ésta saboreaba la puntita de la verga como yo a esa edad saboreaba con mi boquita una paleta gigante de esas que venden en las ferias. Al ratito Oscar empieza respirar más rápido y profundo, todo su cuerpo se cubrió de sudor. Su cuello estaba tenso y colorado como su ...
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