Móviles -8 y final
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Dominación
Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos
... Usted desea. No la oigo hablar por el móvil. Prefiero no arriesgarme y cumplir con cada petición que me hacen. Ha estado todo el rato hablando, diciendo cuándo era el momento de hacer algo. Aunque me cambie o regale, la seguridad de que lo pararía si no viniera de Usted me tranquiliza. Cuando me doy cuenta los brazos están atados sujetando las piernas dobladas. Quizás sea Su ultimo deseo conmigo. Y me desespero al pensarlo. Las piernas quedan muy abiertas. Una de las "visitas” se baja los pantalones y el boxer, se apoya en las pantorrilla y levantando los pies hasta el techo, abriendo aún más si cabe las piernas, me folla el culo sin miramientos, sacando de mi garganta un quejido profundo que es acallado por la otra polla que se mete en mi boca hasta la garganta, provocándome arcadas que parece no quere evitarlas. "Mira quién te está mirando, putona", con los ojos encendidos, las primeras lágrimas saliendo, intentando contener el bómito y veo a Laura observándolo todo desde tan solo unos metros, mejor dicho, casi desde la entrada al coche. Me mira fijamente a los ojos, tan sorpendida, diría que asustada que no se atreve a hablar y, ni mucho menos, a intervenir. Ahora sí que me siento humillado hasta lo más profundo. Una cosa era hacer cuanto fuera por complacer a mi Ama ante ella, pero otra muy distinta, sentirme violado, ultrajado, diría mejor, ultrajada y violada con tanta vehemencia, sin ningún tipo de miramientos, ni de consideración ante Laura, que por primera vez veo ...
... auténtico miedo en su mirada. Me giran la cara para follarme mejor la boca mientas la follada del culo suena cada vez mas intensa cuando chocan las embestidas del follador, sus ingles contra mis glúteos. Me mueven como quieren, me manejan a su antojo. Y por fin se corre en mi cueva, en el culo inundándolo todo de nuevo, dejando salir su voz ronca en el orgasmo que recorre todo su cuerpo. Enseguida se corre la polla de la boca, follada a conciencia, tragando lo que puedo. El resto sale por las comisuras, resbalando por la barbilla y de ahí al pecho con las pinzas aún puestas. Salen sin mas del coche, se adecentan y se van pasando por al lado de Laura, que se pone tensa. -Desáta a esa puta perra -es la voz de mi Ama -y vete a casa, Laura. Que se apañe sola para ponerse decente, aunque sabe que desde hoy no voy a volver a serlo nunca más. Cuando lo consigas, flor, limpia el coche, solo por fuera. Ese picadero que tienes está muy sucio para limpiarlo ahora. Y te vas a casa. Entro en casa con el desasosiego que me anula desde que le he hecho enfadar. No se si escribirle algún mensaje. Tampoco si debo tener la cam puesta, ni si esperar en cualquier momente que me regale o haga un trueque conmigo. Esa palabra, trueque, resuena en mi mente una y otra vez desde que la he recordado. Trueque. Se repite en mi como una diminuta bomba. La interpreto como un cambio. Aunque un cambio sin valor, por algo que tal vez sea insignificante, como una mercancia que pueda o no tener alguna utilidad. Y ...