1. Campamento


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... las reuniones primeras semanas antes. Deportivo, con el pelo corto, moreno, de ojos castaños. Un tío simpático. Una pena que lo viese pocas veces al día. Con la tontería de que se encargaba del grupo de los más mayores nuestros grupos no coincidían casi nunca. Desde el primer día le seguía con la mirada perdida en su cuerpo. Joder, si al menos los turnos de piscina nos tocasen juntos, podría verle en bañador. De momento no iba a tener tanta suerte, pero con tantos días de campamento digo yo que en algún momento podría dirigirle la palabra. Lo cierto es que el tío fácilmente se rodeaba de los otros monitores del campamento y se llevaba bien con todos ellos. La gente giraba a su alrededor con facilidad. Por mi parte, me daba la sensación de que ni sabía que existía. Es cierto que tampoco había hecho el esfuerzo por dirigirle la palabra más allá del saludo, pero aún así, seguía soñando. La suerte me empezó a cambiar cuando, ya en el segundo día de trabajo, mi compañera se dio cuenta que, cada vez que Ricardo pasaba por delante, dejaba lo que estaba haciendo para mirarle. Se notaba demasiado: me había enganchado. Lo que me contó, sin embargo, me dejó más tranquilizado: Ricard no tenía novia. Más bien, le iban los tíos y, por lo que se decía, no era de tener pareja estable. más bien lo contrario. Con su labia y su buen ver conseguía tener la atención de todos a su alrededor, aunque la mía especialmente, y más ahora que tenía esa información. No por ello iba a mover ficha, porque ...
    ... la timidez siempre me acaba ganando, pero es más fácil fantasear así. Esa noche me quedé despierto hasta tarde. Tuve que encargarme de preparar cosas para el día siguiente y, personalmente, prefería trasnochar que madrugar. Como los pequeños siempre se van a dormir muy pronto, acabo antes de ocuparme de ellos, así que, ya que estaba, arreglé todas las actividades y el material necesario en nuestra parte del campamento y poder dormir más. El camino desde donde estaba hasta la cabaña donde dormía era corto, y a esas horas, tranquilo. No quería entretenerme de noche a esas horas, por lo que aceleraba el paso. Sin embargo, tuve que pararme un segundo. ¿Ese que había visto era Ricardo? Sin duda, debía ser él. Se dirigía hacia la zona del río. A esas horas, y yendo hacia esa dirección, casi seguro que iba a darse un baño. Quizá incluso podría mirar de verle ya sin camiseta. A lo mejor había quedado con otros monitores para darse una pequeña fiesta en la madrugada. Fuese lo que fuese, por acercarme a mirar no perdía nada. Y si preguntaba, siempre podía decir que pensaba que era algún chaval que se había salido de su habitación. Con esa idea en mente, esperé a que siguiese un poco su camino y, desde cierta distancia, le seguí la pista hacia la arbolada. Decidí esperarme un rato, por no llegar muy seguido. Sin embargo, por más que esperaba, no escuché que se metiese en el agua. O era muy silencioso haciéndolo, o aún no se había metido. Y desde donde estaba ni le podía ver, ni escuchaba ...