Historia del chip 023 - Cortas vacaciones - Irma 006
Fecha: 11/03/2019,
Categorías:
Grandes Relatos,
Dominación
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
Irían a Madagascar. No pillaba demasiado lejos y sus playas eran maravillosas. Como casi siempre que salían fuera de Ciudad Del Cabo, Irma llevaba los piercings recién hechos. Una tradición a la que se estaba acostumbrando. No es que le gustara, es que le agradaba a Galatea. Los atuendos cabían en una mochila que Galatea cargaba en la espalda. El único top de Irma, -el que llevaba puesto-, era tan ligero que los pezones sobresalían incautos. El escote era imposible de evitar. Ya se había ido habituando a ellos. Una o dos veces por semana mostraba la parte superior de los pechos en el trabajo, pero ahora sería diferente. Allí estaba sentada enfrente del ordenador o a lo sumo contactaba con otras personas en el desayuno o en las comidas informales. Casi todas mujeres. En cambio, al salir del taxi, ya sintió el aire circular entre las tetas. Por un momento llegó a pensar que se habían salido completamente pero no fue así. En realidad, su percepción resultaba engañada por la ligereza del tejido. El escote redondo y la separación entre los senos convertían todo su frontal en un escaparate para la vista. El resto lo hacían los pechos mágicamente levantados. Galatea le enseñó la foto que había hecho un amable pasajero. La sempiterna sonrisa de Irma unida al escote vertiginoso y sumada al brazo izquierdo de Galatea que rodeaba a su amiga eran eróticos a más no poder. La blusa de Galatea era blanca y sólida, por lo menos para los parámetros que Irma solía considerar. Transpiraba a ...
... la perfección como todo buen algodón. Irma no había tenido más remedio que apreciar de mala gana el contacto con los vestidos de su amada. Galatea también llevaba puesto un cómodo y práctico sujetador, en contraste con los pechos sueltos de Irma, que ya no recordaba la última vez que había llevado algo parecido. Los únicos que tenía eran de un cuarto de copa y Galatea se volvía loca cuando la veía con uno puesto. Para terminar de complementar el atrezo, Galatea llevaba unos pantalones de tipo bombacho, así que además de la cara y los tobillos sólo se le veían las manos hasta las muñecas. Irma llevaba una falda unos centímetros más corta de lo habitual y, según su parecer, demasiado ligera y atrevida. No es que fuera escandalosa, es que no se sentía protegida con ella. Por el vuelo y su semitransparencia. No llegaba a traslucir nada, según observó en el espejo, si bien no estaba acostumbrada a no llevar nada debajo. La idea de Galatea, refrendada por Miss Iron, era que Irma debía dar el paso hasta el siguiente nivel. Actuar como una mujer plenamente enamorada y seductora. Su cuerpo debería estar libre de todo tipo de barreras, incluyendo las piernas, culo y hasta el prohibido pubis. Irma quiso negarse a algo así, pero las sesiones con Miss Iron terminaron de convencerla. Su terapeuta admitió que podía ser un poco pronto. Por otro lado, su dedicación y su adaptación había sido encomiable. ¿Qué podía pasar? La excitación entre sus piernas estaba bastante controlada y si era ...