1. Mami qué será lo que quiere el negro


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Primera Vez Sexo Interracial Autor: Fireinyourbed, Fuente: xHamster

    ... frutas en su interior, era algo amarga y mucho más fuerte que el cóctel verde anterior pero muy buena y fresquita, pasaba por la boca como si fuera agua. Kenwotu me llevaba por el local agarrada por la cintura, igual que Pangwo a Marta. Un empleado se acercó a recoger los vasos ya vacíos al tiempo que le daba a Kenwotu una bolsa de plástico con algunas cosas en su interior que no pude ver.Al final llegamos a un rincón en el que una escalera parecía llevar al piso superior. Había una pequeña barra de bar atendida por una espectacular chica rubia de aspecto nórdico o ruso en tanga, con unas flores fosforescentes tatuadas o pintadas por todo el cuerpo, que sonrió al ver a nuestros acompañantes y nos dirigió una furtiva mirada pícara a nosotras.-Deseáis ir arriba, como siempre, imagino. –dijo la muchacha, con acento extranjero.-Sí, baby, -contestó Kenwotu-, estar guapísima hoy, si no venir con estas amigas –nos señaló a nosotras- ya saber, tu venir con nosotros otra vez arriba…La muchacha del tanga volvió a sonreír mientras Kenwotu y Pangwo la besaban en los labios y le tocaban las tetas.-Aquí tenéis la llave de la 11 y la 12 del primer piso, son de las que se comunican por una puerta interior, ya las conocéis…Kenwotu tomó la llave y vi que le dio un billete de veinte euros a la chica, que se lo guardó con cara agradecida. Imaginé que era una especie de propina para ella,-Ya sabéis, si necesitáis algo, llamar al pulsador y acudirá una camarera.-Tranquila, baby – le dijo Kenwotu ...
    ... – ya saber, guapa.Y los dos negros nos hicieron empezar a subir la escalera hacia el -para nosotras- inquietante y enigmático primer piso. Junto a la escalera dos puertas indicaban la existencia de unos lavabos y duchas. Había luego un largo pasillo iluminado tan solo por unos neones verdes. Parecía ser la zona de despachos y oficinas de la antigua empresa que ocupaba aquel edificio muchos años atrás. Pangwo introdujo una llave en la puerta 11 y entramos. Encendieron la luz, eran también unos neones mortecinos, pero estos de color rojo. Si, era evidentemente un antiguo pequeño despacho habilitado como muy sencilla habitación. Una cama, una mesilla de noche, dos sillas, un colgador para poner la ropa. Una ventana con la persiana completamente cerrada. Kenwotu abrió la puerta que comunicaba la habitación con la contigua, la 12, y la dejó abierta. Miré la habitación 12, era exactamente igual que la 11. En las dos había una extraña fragancia, cómo si las hubiesen perfumado con un intenso aroma a bosque o a flores que te hacía sentir como en una especie de nube flotante.Nos sentamos en la 11, Marta y Pangwo en las dos sillas, Kenwotu y yo en el borde de la cama. Hablamos un largo rato, pero en realidad no recuerdo bien la conversación, creo que sobre todo explicamos cosas de nosotras y del colegio. Kenwotu me miraba sonriendo, parecía que le gustaba que yo hablase. Marta explicó también cosas suyas. Eso sí, me parece que ellos nos hacían hablar a nosotras, pero no explicaban nada ...
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