1. Con uno de mis amigos de la adolescencia (Primera parte)


    Fecha: 26/03/2019, Categorías: Gays Confesiones Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos

    Una tarde a eso de las 18 horas, iba caminando por una calle del Centro, cuando de repente oigo: - “Hola, Carlitos. ¿Cómo estás tanto tiempo?” Me doy vuelta y veo a un amigo de nuestra adolescencia que hacía años que no veía. En aquellos tiempos tenía un cuerpo muy atlético, muy bien formado, más bajo que yo, con algo de acné en la cara, muy simpático y unos hermosos ojos marrones. Ahora, su complexión era alto, como yo, mantenía su hermoso cuerpo atlético, apenas canoso, también como yo lo tengo, y con aquellos ojos que cuando hablábamos me taladraban en todo mi ser. Era la época en que mi primo ya me había seducido físicamente (inolvidables momentos) y emocionalmente pues me había enamorado perdidamente de él y mi sexualidad estaba entre homo y hetero. Mi lucha interna era muy grande cuando me encontraba con varios de mis amigos porque en esos tiempos ser homosexual era muy mal visto y muy perjudicial, laboral y socialmente Como iba diciendo, cuando este amigo me hablaba, en aquellos años sentía su mirada como si él supiera que empezaba a gustarme algunos muchachos. Y no puedo dejar de reconocer que él estaba entre los primeros. Me hacía acordar mucho a mi primo, pero por supuesto, este último estaba en el primer lugar, como para darle todo mi cuerpo. En resumen lo veía y me derretía por lo que muchas veces trataba de escabullirme de él. Nunca supe si él se había dado cuenta o no de mi lucha interna, sexualmente hablando. - “¡¡Hola!! ¡¡Qué tal, Eduardo!! ¡¡Tantos años!! ...
    ... ¡¡¡¡Qué alegría verte!!!!” - “¿En serio te alegrás de verme? ¡¡Yo también me alegro de verte!! ¿Qué es de tu vida?” - “Bien. Bárbaro. Haciendo unos mandados. Finalmente no me recibí, pues empecé a trabajar en xxx y luego en yyy. Me casé, todavía lo estoy, y tengo dos hijas. ¿Y… vos?” - “También me casé, tengo dos varones más que adolescentes, pero ahora estoy divorciado. Se te ve muy bien. Nunca perdiste la pinta.” Cuando me dijo que estaba divorciado, algo en mi interior se alegró, aunque realmente no sé por qué, y lo que me hizo temblar fue que él creía que yo todavía tenía pinta... - “¡Ay! Gracias. Vos tampoco te has quedado atrás. La edad te ha hecho mucho más atractivo que antes. ¿Qué estás haciendo por acá?”, le contesté. - “Un trámite pero ya lo terminé y ya volvía para mi hogar ya que vivo a dos cuadras de acá. ¿Y vos?” - al decirme, que estaba a dos cuadras de su departamento, sentí aquella misma mirada pícara clavada en mis ojos, lo que hizo que me quedara por unas milésimas de segundo sin aire. Y sin palabras. Realmente estaba muy atractivo. - “Vine a ver ropa pero no me gustó lo que vi, así que estaba por volver a casa.”, le respondí. Mirándome fijamente a los ojos me preguntó: - “Carlitos, qué tal si venís a mi departamento, tomamos un café y charlamos un poco.” - “Bueno estaría buenísimo. Le aviso a mi señora y listo.” - le contesté y mentiría si no se me vino el recuerdo que tenía de él y mis sentimientos encontrados que sentía por aquellos hermosos años. Pero de ...
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