1. Eva María y Federico


    Fecha: 27/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... seguía pegada a mí. Luego reaccionó y se retiró, dándome un beso en la mejilla: -Voy a seguir tu consejo Fede. Ya eres todo un hombre y la persona que tengo más cerca. Tú eres mi único apoyo. Mientras me decía esto nos habíamos tomado de las manos. Una la tenía abajo y le tocaba su pierna cerca de su monte de venus y con la otra le aplastaba una teta. Pude ver que estaba exitada y le gustaba lo que sucedía. Disimuladamente volví a abrazarla solo con una mano reiterándole mi apoyo mientras que con la otra, me armé de valor, y la acerqué a su chocha y se la apreté. Siempre teníamos las manos entrelazadas. Con el dorso de mi mano pude sentirla: era grande y esponjada. Senti perfectamente el colchoncito de su vulva. Esta situación duró unos pocos segundos, pero para mí fueron una maravilla. Mamá por supuesto se dio cuenta que la toqué. -Gracias hijo por tu apoyo –me dijo y volvió a besarme en la mejilla. Esta vez me apretó tanto que tuve que sacar la mano de abajo y la rodeé de la cintura. -De hoy en adelante Fede las cosas cambiarán y seremos más unidos, tú y yo! Te quiero mucho! Gracias! Me dijo esto y me soltó. Estaba agitada, sus ojos le brillaban, no coordinaba bien sus palabras y sus pezones se traslucían en la blusa. De reojo me veía el paquete. Con disimulo me miraba como se notaba la verga en mi pantalón.. Yo no sabía si lanzarme en el momento ó esperar. En mi mente corrían muchas cosas, pero tenía miedo, sentía temor y sobre todo aquella angustia del rechazo y el ...
    ... escándalo. Eran unos segundos cruciales. Todo cambió cuando de repente me dijo –Bueno hijito, hay que trabajar! y comenzó a ver unos papeles en su escritorio haciéndose la desentendida. Me retiré directamente al baño a darme una señora pajeada. Me la jalé como tres veces y terminé como loco. Me quedé con ganas. Me quedé con deseos de meterle la verga, de manosearle el culo y las tetas. Tenía ganas de regresar a su oficina y seguir el juego. Quería más, pero no de forma asolapada, sino sabiendo ambos lo que estabamos haciendo. Sin embargo pensé que hasta mucho había logrado. La había tocado prácticamente todo lo que yo quería y ella había sentido mi exitación y no había dicho nada. Mi mamá que era muy seria y tradicional estaba cayendo sin quererlo, ella por lo menos creo, en una situación de amor filial. Después de esta iniciación las cosas de verdad cambiaron, era más comunicativa, más cariñosa y me tomaba más en cuenta. Se acercaba seguido a mi oficina a chequear como andaban las cosas. Yo mantenía las sillas para los clientes a una distancia siempre prudencial por si llegaba alguna mujer poder verle las piernas. Una tarde como a las 6 estaba bastante ocupado, yo creía que todos se había marchado cuando mamá se apareció y se sentó frente a mí: -Parece que estás preocupado por esos reportes Federico –me dijo. Me dí vuelta y allí estaba sentada frente a mí, con las piernas cruzadas. No pude ocultar mi alegría y mis ojos fueron directamente a sus piernas. Se veía lindísima. La falda ...
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