1. Vacaciones con mi cuñada


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... con la tanga, pero estaba tapada con la sábana hasta el cuello y además estaba muy oscuro. Me acosté muy caliente, tanto que tuve que despertar con mucho disimulo a mi esposa y tuvimos un polvo espectacular, aunque sin apenas ruido, como os podéis imaginar. Me levanté el último, y el desayuno ya estaba preparado, nos sentamos a la mesa y charlamos animadamente. Cada vez que miraba a mi cuñada me la imaginaba como la había visto la noche anterior, en tanga y quitándose el sujetador, dejándome ver solamente el precioso lateral de sus no menos preciosas tetas. Cogimos las toallas y nos bajamos a la playa, que estaba al otro lado de la calle. Supongo que muchos hombres me envidiarían, vaya dos mujeres que me acompañaban. Llegamos a la playa y yo coloqué la toalla de forma que cuando me tumbara pudiera observar completamente a mi cuñada. Mi esposa se quitó el pantalón y la camiseta, y se quedó en bikini, estaba preciosa, era un bikini que le había regalado yo por su cumpleaños, se le veía guapísima, como le favorecían aquellos girasoles estampados en su bikini, realmente era un tipo con suerte. Mi cuñada sin embargo, se mostraba remisa a quitarse la ropa, y yo me empezaba a impacientar. De repente, mi esposa nos dijo que venga, que estábamos en la playa y que quería bañarse, yo le dije que no me apetecía, pero su hermana reaccionó y se dispuso para acompañarla. Impresionante, llevaba un bikini de rayas muy finitas y coloridas, rosas, amarillas, azules, verdes, estaba ...
    ... espectacular, y el espectáculo que me iba a ofrecer cuando volviera del agua, completamente mojada, iba a ser impagable. Así fue, yo estaba medio dormido, y me despertaron con la broma de agitar el pelo mojado para que el agua impactara en mi espalda, sonreí y recuperé mi posición, boca abajo y con la cabeza ladeada hacia la toalla de mi cuñada. Se tumbó boca arriba y comenzó el show. Cuando empezó a secarse su bikini empezó a molestarle primero la parte de arriba y ella se lo levantaba ligeramente para ajustarlo, yo me derretía, en uno de los "acomodos" acerté a verle parte de la areola, impresionante. A medida que se secaba más y más, comenzó a molestarle la parte baja del bikini, y ella repitió la operación, pero esta vez lo que pude ver me dejó todavía más impactado. Cada vez que se levantaba ligeramente la braguita del bikini yo podía ver con todo lujo de detalles, su coñito depilado cuidadosamente, se había dejado una fina línea en el centro de su chocho, una línea de no más de dos centímetros de ancho. Me tenía a punto de estallar, cuando mi mujer me dijo si quería bañarme. Yo le contesté que no. No podía pasearme por la playa con aquella tienda de campaña en mitad de mi bañador, así que esperé un poco y cuando ellas se estaban bañando aproveché y me metí al agua para bajar mi erección. Transcurrieron así los días, yo ejerciendo de voyeur, y mi mujer alucinada de mi fogosidad, hasta que un día, mis suegros y mi mujer tuvieron que irse a la ciudad para resolver unos problemillas de ...