Emilio (El rufián - 2ª parte y regreso a San José)
Fecha: 04/04/2019,
Categorías:
Gays
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
Se acercó con todos los artilugios que encontró en el cajón y se lo pasó muy bien disfrutando de LuisMi, según marcaba Pepe. Pero no podía dejar de mirar a Emilio, que tumbado, balanceaba la cabeza completamente abandonado al placer que le producía sentir a Santiago entrando y saliendo de él. Mirando al cielo, y con una expresión de felicidad en el rostro, que no dejaba lugar a dudas, se lo estaba pasando en grande. Mientras tanto, LuisMi movía el culo pidiendo más caña con esos dildos. Pero, el capi, sin poder contenerse por mas tiempo, se acercó a Emilio, y engulló su rabo con verdadero entusiasmo; y poco a poco, mientras Santi le atizaba con toda su dulzura en el ojete, empezó a desbocarse y a gemir sin ningún control; provocando que, a partir de ahí, todos entraran en una especie de trance. Entre las sombras de una noche, que empezaba a caer lentamente, se entregaron al desenfreno mas absoluto. Hasta que, el capi, en un momento de lucidez, se despegó de Emilio; y entró en la cabina para encender la luces. Después, se quedó mirándolos durante un buen rato... y terminó haciéndose cargo de la embarcación y poniéndola rumbo al puerto deportivo de Aguadulce. De vuelta a casa. En media hora, mas o menos, ya estaban aparcando en el sitio que tenían reservado para el yate. Y Dani convenció a LuisMi, para que le acompañara a encargar la cena. Entre Pepe y Santiago mantuvieron al chico calentito; acariciándole aquí y allí... - ¿Qué tal, niño?, ¿estás a gusto? - ¡Genial, Pepe!… - ...
... ¿y tú, Santi? - ¡Calentorro, Pepe! ¡Muy calentorro!… Emilio cogió a Santiago por la cintura, y se abrazó a él; y le dio un beso, mirando a Pepe, que no le quitaba la vista de encima. Esperando la cena, dejó que le manosearan, mientras hablaban de si quedarse a pasar la noche, o volver a S. José, porque a Pepe no le gustaba coger la lancha por la noche. Y cuando Dany y LuisMi aparecieron, Pepe no pudo evitar abrir la boca... - ¿Y la cena? Dani, le miró y... - Cenaremos en el apartamento de LuisMi. Le hemos encargado la cena a Alberto. - Y nos la subirá Juan Antonio, dijo LuisMi; dándole un codazo a Pepe. - ¿Sii?… pues, creo que eso me gusta, ¡mira!… Cuando, por fin, decidieron abandonar el yate. Fueron a casa de LuisMi, que tenía un apartamento, con ático, en el mismo edificio en el que estaba el restaurante. Y a las 23:10, llamaron a la puerta. Enseguida salió el anfitrión... - ¡No sabes cuánto me alegro de verte, Juansi!, ¿cuándo llegaste? - El lunes pasado, Sr… - ¡Ah!… ¡qué bien! - Me ha pedido Alberto que les suba la cena; y en este carrito les traigo algunas cosas… lo que falta lo trae Eugenio, en otro carro. Ya sabe que el jefe le aprecia mucho, D. Luis. A Vd. y a toda su familia… ... ¡por cierto!, ¿qué tal están?... - Muy bien ¡claro!... pero, ¡pasa!, ¡pasa!, no te quedes ahí… El camarero empujó la mesita, con ruedas, en la que llevaba parte de la cena y entró en el salón… Por la otra puerta; secándose la cabeza y gastándose bromas, aparecían Emilio, Pepe y Santiago, que ...