Cincuentona desvirga a su hijo
Fecha: 06/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Cabrera1993, Fuente: CuentoRelatos
... así, pero me he dado cuenta de lo que lo llevaba deseando desde hacía años. Me acogió entre sus brazos y nos quedamos un rato así, hasta que noté que algo crecía y hacía presión sobre mi tripa, era la polla de mi hijo, que ya se había recuperado y volvía a pedir guerra. -Así que ahora no voy a perder la oportunidad-dije mientras la agarraba y la meneaba para que volviera a ganar tamaño. Ahora me tocaba a mi ser la que llevaba la iniciativa, me coloqué a horcajadas sobre él y me introduje su rabo hasta el fondo, esta vez entró prácticamente de una vez. Apoyé las manos en sus pectorales y empezamos a follar de nuevo, llevándome al éxtasis otras dos veces antes de volver a explotar dentro de mí Caí rendida sobre su fuerte pecho mientras él mantenía su polla dentro de mi todo lo posible. Nos quedamos un rato así, desnudos sobre la alfombra, mientras André me acariciaba el cabello y me besaba la cabeza. Nos levantamos y nos duchamos juntos, él aprovechó para explorar todos y cada uno de los rincones de mi cuerpo y yo recorrí con la esponja el suyo antes de proporcionarle una gran mamada bajo el agua. Nos secamos y me cogió en volandas como si no pesara nada, fuimos a mi habitación donde hicimos el amor otras dos veces, mi hijo parecía no cansarse nunca y aproveché para enseñarle nuevas posturas e introducirle en el sexo ...
... oral, llegándome a proporcionar una gran corrida con su lengua. Cuando quisimos darnos cuenta estaba amaneciendo y me hijo quería seguir haciendo el amor, tuve que prometerle que le recompensaría pero yo estaba agotada. Feliz, se dio por satisfecho con mi promesa y se durmió a los pocos segundos. Me levanté de la cama y fui a la habitación de mi hija, le robé un cigarro y volví a la cama junto a mi hijo, mientras fumaba (no lo hacía desde que lo dejara hace 15 años) empecé a pensar en lo que habíamos hecho, la cabeza me daba vueltas y sentía cierto vértigo ante lo que había sucedido esa noche. Terminé el cigarrillo y me dormí con mi cabeza apoyada en su pecho. Cuando me desperté abrí un poco los ojos y noté que el sol entraba con fuerza por la ventana, seguramente era tarde. Extendí el brazo buscando el cuerpo de mi hijo y no lo encontré. Abrí los ojos y me lo encontré sentado a mi izquierda, cerca de la puerta, con el cuaderno y el lápiz, dibujando. -¿Qué haces cariño? -Estoy haciéndote un nuevo retrato, esta vez era de perfil, no sabes lo guapa que estás mientras duermes. -¿Quieres que me duerma de nuevo? -pregunté con malicia -Todavía no, además pienso cobrarme la promesa que me hiciste anoche antes de dormirnos -dijo mientras dejaba el bloc en el suelo. Se levantó de la silla y se abalanzó sobre la cama, sobre mí.