-
"Un viaje inesperado"
Fecha: 06/04/2019, Categorías: Hetero Autor: elhermosofelipe, Fuente: RelatosEróticos
... de mí en el metro? Es que soy una chica que siempre está aprendiendo cosas nuevas� Subíamos a la habitación de un hotel que acababa de pagar después de algún dinero ahorrado y nada más entrar por la puerta me besó. Esa sensación no la olvidaré jamás, esos labios pegados a los míos se convirtieron en un festival del sabor femenino, una esencia que hacía estremecerse todas y cada una de las partes de mi cuerpo. -¿Te importaría desatarme las sandalias?, me aprietan un poco -Insinuó ella de manera poco inocente-. Es solo para estar más cómoda. Yo le desabroché las sandalias como ella me pidió y sin que le diera tiempo a reaccionar la empecé a besar los dedos de los pies, uno por uno los acariciaba con mis labios y los lamía suavemente mientras veía como ella disfrutaba de algo que se notaba nadie le había hecho jamás. Después empecé a subir por sus piernas en un proceso en el que mis húmedos y carnosos labios iban jugando por cada tramo de su sedosa piel. Una de las experiencias más eróticas que he experimentado en mi vida fue besar suavemente el interior de sus muslos cubiertos por una pequeñísima falda. Cada vez que mi lengua hacía dibujos en ellos y me acercaba más a terreno peligroso, notaba como empezaba a moverse y a perder el control de sus movimientos presa de una salvaje excitación. -Por favor no puedo más! Acerca esos habilidosos labios a lo que tengo debajo de la falda o harás que me maree del placer que me estás haciendo acumular! Sin embargo yo me hice esperar, y ...
... cuando note que su tanga empezaba a estar completamente mojado y a punto de empezar a chorrear, se lo baje despacio y lamí toda la humedad que tenía en las ingles primero y en la comisura de sus labios menores después. Cuando ella ya no podía más lamí muy despacio, de abajo a arriba todo su sexo ardiente de excitación hasta llegar a su clítoris, que notaba como estaba aumentando de tamaño por momentos, en ese momento, ella dio un auténtico suspiro de placer. -Mmm� No sé dónde has aprendido a hacer eso pero jamás había gozado tanto con unos labios y una lengua tan experimentados. -No te impacientes. �Dije yo- Esto ha sido solo el aperitivo, aún queda lo más interesante.. Seguí alimentándome de su sexo como si fuera un manjar que no hubiese probado en años, como si de surcar cada esquina de su humedad dependiera mi vida. Ella se retorcía de placer y empezaba a estremecerse por culpa de un placer absolutamente desconocido para ella. Nunca nadie había surcado con su lengua zonas de su entrepierna que ni ella misma conocía y que multiplicaban la sensación de sentirse poderosa con un hombre a sus pies haciéndola sentir la diosa de la pasión. Fue entonces cuando me agarró de la cabeza, me subió hacia ella y me susurro al oído, mientras de una manera muy erótica me lamía el contorno de mi oreja. -Ahora mismo voy a agacharme y pienso devorar todo lo que encuentre a mi paso, te aviso de que tengo mucha hambre�. Creía que mi miembro iba a estallar cuando agachada, empezó a rozar sus dulces ...