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El mecánico y su colega
Fecha: 08/04/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... garré a sus muslos velludos para poder mamar mejor. Las envestidas del mecánico me hacían tragar la polla osuna y metérmela hasta el fondo. No era muy larga, pero era bastante gorda, ocupando buena parte de mi boca. El mecánico aceleró la follada para descargar su leche dentro de mí. Un par de chorros calientes recorrieron mi recto. Extasiado se tumbó boca a bajo, yo seguía con mi felación, pero el oso me paró para decirme que el culo de su amigo el mecánico necesitaba una reparación. Me di la vuelta y comencé a trabajar con la legua su agujero rosado. El oso hizo lo mismo con el mío, recogiendo con su lengua los restos de esperma del mecánico. Como mi culo estaba bien abierto, pudo introducir la lengua bastante dentro. Yo hacía lo mismo con el mecánico pero con ayuda de un par de dedos. Me hubiese quedado así un buen rato porque el trabajo del oso era magnífico, pero yo ya estaba a punto de estallar y tenía un culo esperando guerra. Situé mi glande en la entrada con intención de meterla poco a poco, pero el oso, sin previo aviso, me introdujo de golpe su gordo rabo, haciendo lo mismo con mi verga en el culo del mecánico. Las envestidas del oso eran muy fuertes marcando el ritmo de la follada del mecánico. Notaba los pelos de la barriga en mi espalda y cómo se deslizaba ésta por el sudor. El recto del mecánico aceptaba de buen grado mi polla y por el trabajito que estaban haciendo sendos amigos supuse que ya se lo habrían montado alguna que otra vez. No tardé en inundar el culo del mecánico, pero el oso, a pesar de la gran follada que me estaba haciendo, tardó un poco más en correrse. Al terminar mantuvo su verga dentro de mi, impidiendo que yo sacase la mía, que aun estar flácida, mantenía un poco más del glande dentro del mecánico. Estuvimos así un rato descansando y a partir de ese día quedamos muchos más para tomar un "aperitivo" antes de comer.