Ricas, ricas vacaciones
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... orgasmo, Lorena y yo permanecimos abrazados, besándonos y acariciándonos durante un rato. Tumbados de lado, yo pegado a su espalda y con mi polla ya desinflada aún dentro de ella, fui acariciando la suave piel de su cuello, sus pechos, su vientre y sus piernas, mientras ella se dejaba hacer y acariciaba con sus piernas las mías. "Ha sido el mejor polvo de mi vida, nunca había logrado correrme con tanta intensidad", me susurró. "El mérito es tuyo, mi niña, eres la mujer más sensual y deseable con la que me he acostado, me a encantado hacerte el amor", le respondí. Lorena respondió girándose hacia mí, me plantó un húmedo y sensual beso en la comisura de los labios, y nos fundimos en un cálido y placentero beso. Observé cómo Julia se daba una ducha antes de zambullirse en la piscina, sin duda para limpiarse de la mezcla de fluidos que embadurnaban su cuerpo. Lorena me invitó a hacer los propio, y enseguida estuvimos en el agua cálida de la piscina. Sentados en las escaleras, nos enfrascamos en una animada charla. Julia me confesó que se había sentido utilizada como un juguete sexual cuando la había abandonado en medio del polvo para ofrecérsela a Carlos. "Es un tío estupendo, y folla muy bien, pero me debes un polvo, no puedes dejarme con el culo en pompa sin acabar la faena". Lo decía pretendidamente ofendida, pero en realidad estaba partiéndose de risa. "Bueno, no te preocupes, en cuanto quieras, nos zumbamos un buen polvo, y tan amigos". Lorena se reía ante el descaro de ...
... Julia y su fingido enfado. "Oye, por mí no os cortéis, si queréis intimidad me voy a dormir", dijo Lorena en medio de un mar de risas. Julia se arrimó a mí, y amarrándome la polla, comenzó a besarme con lujuriosa actitud. Retiré su mano de mi verga, y posando la mano sobre su trasero, deslicé uno de mis dedos por el canal que formaban sus glúteos. Bajé hasta su sexo, y apreté hasta introducirlo en su agujerito. Julia pegó un respingo, apretando sus grandes tetas contra mí. "Ya está casi amaneciendo", le dije, "vámonos a dormir, y te prometo que mañana será otro día". Julia no se lo tomó a mal, también estaba cansada tras la larga jornada. Despertamos a Carlos, que para entonces dormía como un bebé, y subimos al cuarto de las chicas, donde nos acostamos los cuatro en las dos grandes camas. Lorena se acurrucó a un lado, no tardando en quedarse plácidamente dormida. Carlos comenzó a roncar tan pronto como se metió en la cama, y Julia se tumbó sobre mí, enlazando una de sus piernas entre las mías, abrazada a mi tórax, y con su linda cabecita apoyada en mi pecho. Me desperté suavemente cuando el sol ya se encontraba alto sobre el horizonte. Carlos y Lorena aún dormían. Aún medio dormido pude sentir la agradable sensación que subía desde mi sexo. Bajando la mirada, pude apreciar, aún entre brumas cómo Julia propinaba leves lametazos a mi glande. Mi polla presentaba una considerable erección, y Julia, que tenía mis huevos delicadamente agarrados, mientras su lengua se dedicaba a la ...