1. Ricas, ricas vacaciones


    Fecha: 15/04/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... conyugal. Comencé a moverme despacio. Lorena gritaba cada vez que mis huevos chocaban contra su culo. Sus caderas pronto se acoplaron a mis movimientos, saliendo al paso de cada uno de mis ataques. Su monte de venus chocaba contra mi pubis cada vez que mi verga se abría paso en su interior. Lorena gemía, aullaba y gritaba de puro gozo, hasta que en medio de una sacudida que agitó todo su cuerpo, se corrió profiriendo un ahogado y punzante alarido. Sus manos, liberadas, arañaron mi espalda, y sus piernas se apretaron intensamente en torno a mi cintura. Continué apretando mientras se corría, aumentando el ritmo y vigor de mis ataques, intensificando con brío su orgasmo. Continué follándome a Lorena sin piedad durante al menos veinte minutos más. Al tercer orgasmo, de sus ojitos descompuestos brotaban lágrimas de pura alegría, mientras que su boca dibujaba una sonrisa de pura felicidad. Finalmente, comenzó la traca final con una serie interminable de apretones que sacudían todo su cuerpo. Sus pechos bailaban al son de mis latigazos, sus manos apretaban mi nuca y su sexo se contraía apretando el mío. Sus exaltados senos se clavaron contra mi pecho y sus caderas se apretaban contra las mías como si fuera ella la que estuviese follándome desde abajo. Tras una serie de profundísimas penetraciones dejé mi polla ensartada en su interior y comencé a mover mi cadera en círculos convulsionando su interior. Lorena, visiblemente agotada ya, se dejó llevar. Cerrando los ojos, estiró su ...
    ... cuello hacia atrás, ofreciéndome la tersa piel de su garganta. Me derrumbé sobre ella, aprisionando su delgado cuerpo bajo mi peso. Hundiéndome en su garganta, mordí su cuello en el preciso momento en que de su boca surgía un último, profundo y prolongado gemido. Los músculos de su vagina se cerraron en torno a mi polla, su espalda se retorció en medio de una fuerte convulsión y todos los poros de su piel se exaltaron arrebatadamente un segundo antes de que mi verga se tensase contra las paredes de su sexo y comenzara a emanar oleadas de semen. Al sentir el caliente líquido inundando su interior, el orgasmo de Lorena se avivó, provocando una serie de espasmódicas convulsiones que convulsionaron todo su ser, todo ello en medio de un coro de gemidos por parte de ella y de profundos ronquidos por mi parte. Para entonces, hacía ya rato que Julia y Carlos habían finalizado su feroz polvo, no sin que antes hubiese detectado al menos dos orgasmos por parte de Julia, cuyos incestuosos gritos no podían pasarse por alto. Mientras me follaba a Lorena había detectado que, tras un corto periodo de descanso, retozando sobre la hierba, Julia había comenzado a aplicar un lujurioso homenaje oral a la tranca de mi amigo, que había finalizado con un sonoro orgasmo por parte de este. Tras ello, habían permanecido abrazados sobre el césped. Carlos parecía haberse quedado dormido, en tanto que Julia no había perdido detalle del glorioso polvo que nos habíamos pegado Lorena y yo. Tras el monumental ...
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