Ricas, ricas vacaciones
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... abriéndose camino entre su carne. Finalmente bajé mi cabeza hasta su sexo. Separé sus piernas, y sus pies se apoyaron en mis hombros dejando sus piernas abiertas y semiflexionadas. Su rosada porción de carne se abrió ante mí, y apliqué mi lengua sobre ella, aplacando su sed. Metí las manos bajo su culo, y elevándolo ligeramente lamí su chochito con vehemencia. Lorena se descomponía en medio de grandes quejidos. Deslicé varias veces mi lengua por sus labios, antes de concentrarla en su dilatado clítoris. Continué estimulando el mágico botoncito con mi lengua y mis dientes, mientras el fuego que crecía dentro de Lorena la hacía estremecerse, doblegándose con cada uno de mis lametones. Sus manos apretaban mi cabeza contra su sexo, mientras que sus pantorrillas acariciaban mi espalda. De su boca entreabierta brotaban sonoros quejidos, que se intensificaban por momentos. Abriendo las fauces, apliqué mi boca a su sexo, y comencé a comer con voracidad la deliciosa almejita de Lorena, restregando toda mi cara contra ella. Tomé su clítoris con los dientes e introduje mi lengua, dura y tensa, en su cavidad vaginal. El vientre y las piernas de mi amante comenzaron a temblar descontroladamente. Sus gemidos se tornaron más agudos y acuciantes. Apretando con vigor sus nalgas, elevé algo más sus caderas; su espinazo se arqueó, y su sexo comenzó a emanar líquido. Abandoné entonces la entusiasta dedicación que había aplicado a su sexo, me incorporé un poco, y apoyando mi durísimo sexo en su ...
... cavidad, comencé a empujar, lenta pero decididamente. Su agujero opuso algo de resistencia a mi polla, sin duda debido al poco uso que tenía, pero fue cediendo ante el empuje. Lorena me pidió que empujase con suavidad, pues le hacía daño. Arrodillado, y con el culo de Lorena sobre mi regazo, fui atrayéndola hacia mí, al tiempo que me iba introduciendo en su interior. Lorena rumiaba como un gatito mientras la penetraba. Cuando la tuve ya completamente ensartada me desplacé hacia adelante, colgada mi cara sobre la de ella, que me miraba con carita de satisfacción. Agarrándola fuertemente la muñecas, que se clavaban en la tierra, la sonreí mientras sus piernas se cerraban en torno a mí, apretándome contra ella. Me encantó observar su dulce carita de sometimiento. "Voy a comenzar a moverme, gatita, y te va a encantar". Extraje mi polla de su interior hasta casi desenlazarme de ella, y con un golpe de cadera se la metí de golpe. Lorena sufrió una sacudida, sus ya excitadas tetas se hincharon erizando su piel, sus tobillos se clavaron en mis gemelos y su mirada se perdió en medio de un convulso chillido, mitad de dolor y de placer. Comencé a bombear mientras cubría de lametones su cara, su cuello y sus tetas. Sus brazos luchaban por liberarse de su presión, y sus piernas apretaban mi culo con cada acometida. Lorena era deliciosa, en contraste con la lujuriosa Julia y otras chicas con las que me he acostado, el sexo con ella era más tierno, más cariñoso, más fluido y cadencioso, casi ...