Ricas, ricas vacaciones
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... líquido hasta inundar su garganta. Los labios y lengua de Julia eran deliciosos. Se tragó toda la leche y me chupó con ahínco, pasando su lengua por todo mi miembro. Me estaba relamiendo de gusto. Lorena y Carlos se abrazaban, se acariciaban y besaban sin parar. Julia se separó lentamente de mí y me besó agradeciéndome aquel maravilloso polvo. A continuación la levanté, apoyando su culo al borde de la bañera y me agaché para explorar con mi lengua y mis labios su húmedo sexo. Mientras le palpaba los senos con dulzura, mi lengua recorría sus ingles y su pubis. Introduje la punta de mi lengua en sus labios vaginales haciendo estallar de nuevo su clítoris supersensible y haciéndola correrse de nuevo. Apenas la tocaba yo, estallaba de placer. Esa mañana aprendí que si somos lo bastante hábiles, podemos arrancar orgasmos de las mujeres casi continuamente, uno detrás de otro, hasta hacerlas morir de gusto. Nos fuimos duchando y vistiendo uno a uno, y salimos al jardín para disfrutar de un merecido y reparador desayuno que nos relajara de aquella agitada y divertida mañana. Nando y Sonia ya habían desayunado, y esperando nuestra aparición, se divertían en la piscina. "Joder, vaya nochecita y mañana que habéis pasado, ¿eh?, ¡cómo os lo montáis los solteros!", nos soltó Carlos, con una pizca de envidia en el tono de su voz. Fue Lorena la que respondió: "pues creo que vosotros tampoco lo habéis hecho mal, vaya fiestecita que os distéis anoche en el jacuzzi", "y esta mañana en la cama, ...
... ¿verdad?", añadí yo. "Sois una panda de salidos, cotilleando lo que hacemos los demás", dijo Sonia divertida. "Si no quieres que te veamos en acción con tu novio tendrías que ser un poquito más discreta, ¿no crees?", apostilló Julia. Todos reímos divertidos y con ganas. Dada la hora que era, decidimos quedarnos el resto de la mañana en la piscina, encargar un arroz negro y comer en casa. Disfrutamos de la piscina y del espectacular jardín del chalet hasta la hora de comer. Sonia se despojó de la parte de arriba de su bikini apenas se hubo tumbado a tomar el sol, luciendo las envidiables curvas de su preciosas tetas. Lorena bajó equipada con un bikini azul, cuya parte superior desapareció también casi de inmediato, quedando vestida únicamente con su braguita, un pequeño culotte que se amoldaba a su espectacular trasero como una segunda piel. Por su parte, Julia lució su cuerpazo con un llamativo tanga brasileño de color rojo que se ajustaba a sus labios hasta el punto de marcar profundamente la rajita de su coño. Salió de casa cubriendo su llamativo pecho con un escotadísimo top anudado al hombro, que no tuve inconveniente en retirar cuando ella me lo pidió. Julia y yo, que éramos los que menos habíamos dormido durante aquella incestuosa noche, nos quedamos dormidos, abrazados entre nosotros bajo la sombra de la gran sombrilla que presidía el jardín. Cuando despertamos, nuestros compañeros ya habían traído el arroz y puesto la mesa, por lo que nos levantamos directamente para ...