1. Fiesta de palenque, mi última fiesta en años


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Confesiones Erotismo y Amor Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos

    ... sobre su vestido, en esos momentos la única totalmente desnuda era yo, ella estaba toda vestida, y las fui subiendo rápidamente hasta agarrar con ambas manos esas tetazas que llevaba tres horas comiendome imaginariamente. Metí mis manos dentro de su camisa y descubrí sus senos estrujando ambos tetas contra mi cara mientras con la lengua de fuera empezaba a comermelos embalzamandolos con la abundantemente saliva que empecé a segregar. Me enfoque en sus pezones, no los conocía, no los podía ver pero las yemas de mis dedos y mi boca me indicaban que estos eran un manjar de feminidad erecta. Estando yo en eso la mano de Gladis empezó a explorar mis labios ya empapados y empezó un mete-saca de tres dedos que entraban y salían con total suavidad gracias a mi abundante humedad. Para cuando interrumpió su labor para quitarse el pantalón y sus pantis yo ya me había corrido de pie un par de veces y las piernas comenzaban a aflojarseme. La imagen de mi novio pasó por mi mente por un segundo pero ya no me importó el cuerno que le estaba poniendo en sus narices mientras él seguramente atendía a mis tíos y tías mientras su noviecita era lesbianizada por una desconocida dentro de una cobacha abandonada. El cuerpo completo de Gladis se juntó a mi. Con un apasionado beso y todo su cuerpo ahora sí desnudo pegado al mio es que pude sentir la apabullante suavidad de sus tetas contrastando con la firmeza de sus grandes y estirados pezones jugando contra los míos mientras su lasciva cadera se ...
    ... arrimaba contra la mía al ritmo de la música que tocaba afuera. Bajé mi mano y sentí su extensa humedad mojando su depilada vagina. - Estás hirviendo, le dije, pero no me oyó, el estruendo de la música era demasiado alto. Como me decía mi novia en ocasiones, me bajé por los checos y enterre mi nariz en su vagina. Quería olerla y poseerla al mismo tiempo y metí dos de mis dedos en su cuerpo que entraron como en mantequilla caliente. Con mi mano izquierda pasee sobre sus nalgas y jugué con su ano de la misma forma en que mi novio aveces jugaba con el mío. La sensación era maravillosa, cero visión pero por lo mismo toda mi atención se concentraba en el tacto de nuestros cuerpos, en el olor de nuestros sexos y salivas. Todo era alucinante, toda ella era placer, todo en ella me causaba lascivia y ya estando fuera de mi comiendole el sexo desenfrenadamente con boca y nariz en el beso más apasionado de mi corta pero extensa vida sexual, de repente sentí en mi cara la dureza de un falo. La pareja que yacía en la cobacha teniendo seco cuando mi amante mujer y yo entramos quería unirse a la fiesta y sin pedir permiso untaba su animalote por sobre mi cara y vagina de Gladis buscando quizás refugio en mi humeante boca llena de sexo. Estaba ya tan caliente que acepté la propuesta y le di entrada a ese falo anonimo en mi boca intercalando entre este y la vagina de Gladis en una deliciosa orgia bucal. El desconocido me tomó de un brazo y me invitó a unirme al beso entre Gladis y él, cosa que ...