Fiesta de palenque, mi última fiesta en años
Fecha: 22/04/2019,
Categorías:
Confesiones
Erotismo y Amor
Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos
... hice con gusto para sentir los gemidos de mi amiga justo en el momento en que senti que el desconocido acababa de profanar la intimidad de mi amiga de un violento estocazo que le sacó un grito de dolor-placer a mi querida amiga. Sostuve uno de sus senos en mi mano derecha y me amamante de el como si fuera una bebé mientras tres de sus dedos se abrían paso en mi. Gloria, qué intensidad de momento! Me volví a correr dos o tres veces estando así y sentí como mi amiga disfrutaba de lo mismo en un fuerte orgasmo que le tenso todo el cuerpo. En determinado momento me preguntaba qué sería de la cuarta persona que estaba dentro de la cobacha, en dónde estaba? Porqué ella no se unía? Se habría salido? Dejé de pensar y volví a lo mio. Me hinque, doble mi cuello lo más que pude e intenté lamerle los testiculos al chico mientras éste poseía a mi amiga con estocadas violentas y profundas. Lo logré, y aunque difícil e incómodo, me era posible pasarle la lengua cada que sacaba la verga antes de volverla a estocar. Me di cuenta que le gustaba y que estaba al borde del orgasmo, el cual vino en un torrente de esperma que acabó en el vientre de Gladis y que le sacó un ahuyido de placer al invitado. Me incorporé y los tres nos dimos un beso estando ya más tranquilos y exhaustos. Había pasado ya más de un tiempo razonable y mi novio exigiría una explicación sobre mi desaparición. Más de una hora! El extraño prendió la linterna de su celular para que Gladis y yo pudiéramos vestirnos. Mi vestido, ...
... que había caído al suelo cuando Gladis me desnudo olvidé recogerlo y estaba totalmente arrugado y lleno de tierra. Imposible regresar a la fiesta así, tenía que regresar a mi casa y enfrentar mañana un problemon con mis padres y mi novio intentando explicar mi desaparición. Mientras Gladis se vestía el aura de la luz iluminó un rincón de la cobacha donde vi una sombra de alguien intentando ocultarse. Prendi la lámpara de mi celular y alumbre a la sombra. Era mi hermana! Estuve chupandosela a Armando, el novio de mi hermana. Dios santo! Al día siguiente mi vida dio un giro de 180 grados. Diana, mi hermana, le confesó todo a mis padres y aunque tuvo que confesar su falta de haber estado teniendo relaciones sexuales con su novio con quien llevaba un noviazgo formal de tres años, pudo salir bien librada. Para mi, en cambio, esa noche significó el fin de mi vida como hija de familia de una familia acomodada y conservadora del norte de Mexico y mi destierro hacia la Ciudad de México, donde tuve que limpiar trastes y en ocasiones intercambiar sexo por dinero en los antros ricos de la ciudad. Años después me reencontre con Gladis. Pasado el escándalo quise desaparecer del mundo y de ella también, quien regresó a la Ciudad de México para continuar sus estudios universitarios, mismos que terminó cuatro años después, que fue cuando le hablé por teléfono para irnos a tomar un café y poder platicar de lo acontecido hace años y ponernos al corriente y explorar alguna situación, no lo sé ...