1. El sueño del trío en el tren


    Fecha: 30/10/2017, Categorías: Masturbación Autor: MilkyQueen, Fuente: SexoSinTabues

    ... guardar todo sin hacer ruido e ir a acostarme, decepcionada de su comportamiento. Al parecer no quería hacer nada esa noche. Y entre el trago amargo y el cansancio, logré dormir. Y doy gracias a Dios por eso, porque tuve un sueño muy candente. Soñé que iba de pie en un tren, de esos en los que los citadinos se transportan diariamente. El tren llevaba un bamboleo suave y marcado. Llevaba puesta una camiseta de Batman y una falda de mezclilla, con unas medias negras, unos converse negros y mis anteojos de armazón negro. Sí, totalmente una friki, y es porque en algún momento de mi vida fui muy fan del anime y los cómics. Recuerdo ese atuendo muy bien porque había asistido vestida así a una convención y un muchacho me susurró al oído “que rica nerd, estás como para comerte”. Quizás fue un recuerdo reprimido, pero así lo soñé. Llevaba puestos mis audífonos y escuchaba música a volumen alto. De repente el tren paró, y comenzó a abordar mucha gente. Tuve que correrme a la ventana opuesta del tren para dar espacio a que subieran, cuando sentí que alguien me rozó la cola. Giré la cabeza rápidamente y reconocí a un sujeto. Era un tipo bastante grande de edad, obeso y un poco más alto que yo apenas, con el cabello seboso y largo, amarrado en una coleta improvisada. Llevaba puesta una playera negra y varios brazaletes con pinchos y púas en los antebrazos. También usaba lentes y su aspecto se veía bastante descuidado. Llevaba también un morral en el que tenía puestos muchos botones ...
    ... con referencias a distintos animes y cómics. En fin, era un tipo que yo había conocido en esa misma convención que les comenté y me había apartado de él porque era bastante extraño. Traté de hacer plática con él pero no hubo caso, parecía que estaba enfrascado en su propio mundo, ni hablar. Volviendo al sueño, lo miré y me moví un poco más adelante, y la gente finalmente dejó de subir. El tren volvió a la marcha y volví a mi tarea de escuchar música a pesar de la muchedumbre. No habían pasado ni 5 minutos cuando sentí de nuevo un roce en mis nalgas, y giré la cabeza y era el mismo tipo, aunque esta vez había desviado la mirada, yo supuse que era porque sabía que eso estaba mal, y simplemente traté de acomodarme. Pero al tratar de hacerlo sentí que mis nalgas rozaban su entrepierna y comenzaba a empujarme algo más duro y grande. Sabía que era asqueroso, pero algo en mí (llámenlo instinto de puta si quieren) quería saber hasta dónde podía llegar todo aquello, ya que esto del manoseo en el transporte público es algo que me calienta mucho. Giré de nuevo la cabeza y vi que me estaba sonriendo con satisfacción, yo lo miré atónita y sonrojada y miré de nueva cuenta a la ventana. Con movimientos suaves seguía rozando mi culo en su miembro recubierto, y de un instante a otro sentí que unos dedos acariciaban mis nalgas. Pude sentir que el tipo había puesto sus manos bajo mi falda, apretando mis nalgas poco a poco. Empecé a sentir un poco de excitación y paré mi culo lo más que pude, ...
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